El Banco de España pone a Ron en la diana por el falseo del Popular

Los expertos del Banco de España sostienen ante la Audiencia Nacional que hubo una "debilidad del control interno" durante la gestión de Ron en el Popular

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Desde el punto de vista de los expertos del Banco de España, el sistema de tasación de activos inmobiliarios del Banco Popular hasta 2016 −durante la gestión del ex presidente de la entidad, Ángel Ron−, dio lugar a casos de «sobrevaloración» por «la debilidad del control interno».

La responsabilidad de la falsedad en las cuentas del Popular, según sostienen las acusaciones ante la Audiencia Nacional, se atribuye a Ron como máximo responsable del banco al momento de emplear tasaciones que no seguían los criterios del ministerio de Economía sobre normas de valoración de inmuebles.

Estas tasaciones las realizaron empresas no registradas ante el regulador, que exige del tasador un amplio informe que compruebe las hipótesis que argumentan el determinado valor de un bien, sin incorporar ni expectativas urbanísticas ni de subida de precios. El propio Consejo del banco rechazaba el uso de compañías fuera del registro.

El Popular escogió una metodología que cumplía con la normativa internacional, pero que a su vez contravenía la «propia política contable establecida por el Consejo», dice el informe de los expertos del Banco de España, recogido por Efe. 

Banco de España: Había «debilidades en el control interno» del Popular

Los peritos manifestaron en el documento entregado a la Audiencia Nacional que «parece» que la calidad de las tasaciones empleadas a efectos de estimar las provisiones «empeoró durante 2016», y apuntan a los inventarios de activos facilitados por el banco: en 2015 un 11% de los suelos los revisaron empresas no homologadas, y en 2016 se elevó al 34%.

«Solo en cuatro casos de un total de 50 eran tasaciones válidas», decía el informe de EY que pidió Bankia durante la venta del Popular, al que se remiten los expertos del Banco de España. Estos «defectos» serían «ilustrativos de la calidad de las valoraciones solicitadas» por el Popular a empresas como Aliseda, la inmobiliaria del grupo.

El Banco Central Europoo (BCE) ratificaba esta acusación: «En un número limitado de casos, existían dos tasaciones del mismo bien con diferencias substanciales» en los que se decidió aplicar «el de mayor valor», decía el informe de su inspección. 

También comentan desde el banco central español que es cuando menos «destacable» que, con Emilio Saracho al frente del Popular, las valoraciones significaran una «reducción de su valor de 1.944 millones de euros, en especial en los suelos, donde se redujo en 1.528 millones», despertando la necesidad de mayores provisiones.

No se trata de cuestionar toda metodología alternativa, sino de emplearlas para calcular provisiones «si al mismo tiempo se mantiene que se cumple con el marco contable» del regulador», matizan. «El mayor problema», agregan, es que «era difícil cuantificar las necesidades de provisiones y establecer las bases para una planificación de capital».

Y era difícil porque había «debilidades en el control interno, en especial la sobrevaloración de las tasaciones», lee el informe del Banco de España.

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