El Santander deja la puerta abierta a futuros despidos

El consejero delegado de la entidad asegura que el actual ERE podría ser insuficiente para paliar en el medio plazo el cambio de hábito de los clientes, menos dependientes de las oficinas

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Aunque la negociación con los sindicatos no está cerrada, el ajuste estructural que va a llevar a cabo Banco Santander en España afectará, como se había barajado, a unos 1.200 empleados, según los datos apuntados por su consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación de resultados correspondientes al tercer trimestre de 2016.

«El cierre de pequeñas sucursales será de unas 450 y el personal afectado será algo menos del 5%», apuntaba Álvarez. Hasta el pasado 31 de marzo, el Santander contaba con una plantilla de 24.204 empleados en 3.433 oficinas. Una reestructuración en la que la entidad presidida por Ana Botín no pretende dejar colgada a ninguna de las 2.214 poblaciones españolas donde opera.

Futuros ajustes no descartados

La reestructuración tiene pinta de no ser la última. «Adaptarse al modo de actuar de los clientes determinará si, en el futuro, serán necesarios más ajustes de personal», reconocía Álvarez, para señalar que no solo en España se está reduciendo plantillas. También en Polonia, el Reino Unido o Portugal, mientras que, en sentido contrario, se están produciendo nuevas aperturas de oficinas en México y Argentina.

Nuevos modos de actuar de los clientes, que no paran de crecer en el ámbito digital. Son ya casi 18 millones, que crecieron a un ritmo del 17% en el primer trimestre, y del 50% en el caso de los que operan con el móvil. De los 3.000 millones en nuevas tecnologías que invierte al año el Santander, el 15% se destina ya a desarrollos digitales.

Tipos bajos a medio plazo

En el repaso a los números del primer trimestre, Álvarez volvía a reiterar que «el entorno no es fácil, con unos tipos bajos que condicionan el negocio, una depreciación significativa de las divisas frente al euro y una alta volatilidad de los mercados que en nada favorecen el negocio mayorista».

Respecto a los tipos bajos, el consejero delegado del Santander se lamentaba de que no fueran más altos para mejorar márgenes y vaticinaba que se mantendrán en esta línea al menos hasta 2017. No obstante, entiende como correcta la labor que, en este sentido, lleva a cabo el Banco Central Europeo ( BCE), «porque está ayudando a que fluya el crédito y ya se están percibiendo indicadores positivos sobre la economía».

Un crédito que en España sigue lastrado por la caída del 19% en la financiación del sector público, que no logra compensar el crecimiento de los préstamos a pymes y particulares, que registran aumentos de nueva producción del 13% y del 30%, respectivamente.

Gobierno estable tras el 26J

Sobre la incertidumbre política en España y la nueva convocatoria electoral que se avecina para el próximo 26J, Álvarez no se mostraba especialmente preocupado. «El negocio bancario, en términos de hipotecas y consumo, está yendo bien. Puede que afecte algo a inversores puntuales, pero no veo un efecto negativo de momento». «Podemos esperar otros dos meses sin problemas. Lo único importante es que se forme un gobierno estable», subrayaba.

Otro aspecto incierto, como es el referéndum a celebrar en el Reino Unido, el próximo 23 de junio, para decidir si los británicos continúan o no en la Unión Europea, también estuvo muy presente a lo largo de la intervención de Álvarez.

Esperanza en que no haya Brexit

«Mi opinión personal es que seguirán en la UE», apuntaba. De no hacerlo, el responsable del Santander ve el impacto del Brexit a corto plazo limitado al tipo de cambio libra/euro. «A medio y largo plazo, la potencial salida sería mala para todos con efectos negativos seguros», reconocía.

Respecto al negocio en España, la entidad cerraba el trimestre con unos beneficios globales de 295 millones de euros, tras sumar los 307 del negocio comercial a los 51 de Santander Finance y restar los 63 millones perdidos por la actividad inmobiliaria.

Gestión del ladrillo y venta de Metrovacesa

Una gestión del ladrillo que se saldaba con la venta, sin garajes, de 3.000 unidades, un 18% más que en el último trimestre de 2015, que reportó unos ingresos de 530 millones. «Ya no vendemos a pérdidas, incluso en algunos casos logramos beneficios, pero el coste del stock resulta muy elevado», señalaba Álvarez.

En relación a la inclusión de Metrovacesa en el perímetro de consolidación de la actividad inmobiliaria del Santander, con la aportación de 6.000 millones en el balance, Álvarez dejó caer que no sería por mucho tiempo. «No es un activo core y en algún momento la venderemos», apuntaba.

Sobre la trama de extorsión que ha llevado a prisión a Miguel Bernad y Luis Pineda, responsables de Manos Limpias y Ausbanc, respectivamente, el consejero reconocía su sorpresa por la supuesta actividad delictiva, aunque echaba balones fuera a la hora de valorar si el banco se había sentido extorsionado. «Teníamos relaciones comerciales con Ausbanc desde hace años y nos publicitamos en sus revistas en función de la difusión», concluía.

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