La EBA pospone un año los test de estrés a la banca por el coronavirus

La banca europea no pasará este año los test de estrés. En un comunicado hecho público este jueves, tras el histórico desplome de la bolsa, la EBA ha anunciado que retrasa un año las pruebas de resistencia, hasta 2021, para que el sector financiero se concentre en la operativa y para dar flexibilidad a las autoridades para que puedan alterar algunas normas. El Banco Central Europeo (BCE) este mismo jueves ha modificado las normas de capital para que las entidades financieras tengan más capacidad de financiación de la economía.

«Desde la crisis financiera la banca europea ha reforzado su posición de capital y construida una sólida reserva de liquidez y mejorado la calidad de sus activos», señala el regulador. Para que las entidades se concentren en las necesidades operativas, la EBA ha decidido posponer un año los test de estrés. Los anteriores se publicaron en noviembre de 2018, ya que la EBA pasa esta prueba cada dos ejercicios. Entre los bancos cotizados, Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Bankinter, Banco Sadadell y Bankinter se someten a las pruebas de esfuerzo del Banco Central Europeo (BCE). 

La banca inductora de dinero a la economía

Tanto el BCE, como la EBA instan al sector financiero a impulsar la economía, en lo que se prevé un proceso complicado, ya que el coronavirus puede generar problemas de tesorería, en principio a corto plazo, que puedan poner en riesgo de quiebra a muchas empresas.

La EBA, al igual que el BCE, ha pedido a las entidades financieras que sean cautas con sus políticas de dividendo y también con las retribuciones variables. 

La expansión del coronavirus por Europa está obligando a muchas entidades financieras a reorganizar sus planes de trabajo, al igual que otros sectores, implementando el teletrabajo para preservar la salud de sus plantillas y que el virus no se expanda.

Por el momento, Europa no ha aprobado ningún programa que inyecte liquidez directamente a las empresas, por lo que el recurso que tiene el Banco Central Europeo es canalizar el dinero a través del sector financiero. Los requisitos de capital, sin embargo, condiciona el crédito que se puede conceder; por ello medidas más laxas ayudan al sector a poder mantener el ritmo de concesión de crédito.