Las negociaciones para vender Citibank España ponen en juego el destino de 110.000 clientes

Los activos del banco se dividen entre 2.300 millones de euros en cuentas y 2.100 millones en otros productos

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Citibank España ha puesto, a la práctica, el cartel de ‘se vende’ a 110.000 clientes y 300 empleados, según la documentación de venta a la que ha tenido acceso este diario. En concreto, cambiarían de manos 2.300 millones de euros en cuentas corrientes y en depósitos. Fuera de balance, como fondos de pensiones y otros productos de ahorro, hay 2.100 millones adicionales.

Aproximadamente una quinta parte de la cartera de depositarios se engloban en el segmento premium, con más de 75.000 euros de media en saldo. Los planes del Citi, de ejecutarse según la hoja de ruta prevista, pasan por retener el negocio de las tarjetas de crédito.

Esta actividad tiene vida propia al margen de la bancaria. De hecho, sólo el 3% de los plásticos distribuidos en España está relacionado con un cliente de oficina de Citibank, que ofrece el servicio de crédito sin necesidad de cambiar de banco.

Negocio creciente

La operación, perfectamente definida por la alta dirección del grupo, remarca otras particularidades. Una de las más llamativas afecta a la generación de ingresos. Según los datos facilitados en la documentación de venta, el negocio fuera de balance genera apenas 20 millones de comisiones al año (1% del total).

Una parte relevante de los depósitos a vencimiento (1.200 millones) se captó durante al año pasado y, debido a la guerra por el pasivo, con extratipos. Llegado el momento de la renovación de los mismos, la mayoría se está convirtiendo en fondos de inversión.

Los bancos presentes en las conversaciones han constatado que el conjunto del negocio ha crecido ligeramente durante el último ejercicio. Es la fortaleza en la que confía Citi para traspasar su actividad bancaria en España.

La operación en contexto

La dificultad para convencer a los competidores estriba, precisamente, en el volumen del negocio de Citibank en España, que varias fuentes del sector describen como “pequeñísimo”. La realidad resta interés a la operación y ha provocado el rechazo entre las entidades sondeadas hasta ahora, aunque las conversaciones siguen.

Entre la gran banca, la posible compra se equipararía a las absorciones más modestas que se han realizado en los últimos meses. Las operaciones menores fueron la absorción de Unnim por BBVA y la de Banco de Valencia por Caixabank. La entidad de Francisco González sumó 550 oficinas en Catalunya; el grupo de Isidro Fainé agregó 450 sucursales en la Comunidad Valenciana.

En lo que respecta a la banca mediana, recientemente el británico Lloyds vendió al Sabadell 7.000 millones en negocio. La absorción del Gallego mejoró la cartera de clientes del banco de Josep Oliu en 210.000.

Ismael García Villarejo

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