Abanca desvela pérdidas de 60 millones en Nueva Pescanova el año antes de la venta

La entidad financiera reconoce en su memoria anual que la venta de la pesquera se demoró debido a los efectos de la guerra de Ucrania, la inflación y los tipos de cambio

Fachada de la sede de Nueva Pescanova en Chapela (Redondela)

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Abanca, la entidad de Juan Carlos Escotet, se prepara para vender el 80% del capital de Nueva Pescanova a la canadiense Cooke. La pasada semana, la financiera heredera de las antiguas cajas gallegas anunció que había llegado a un acuerdo con la compañía americana para abrir un proceso de negociaciones en exclusiva que ha de acabar con la venta y la futura valoración de la multinacional en unos 800 millones de euros. La potencial compradora indicó, por su parte, que espera cerrar la operación en las próximas semanas. El banco ha comprometido que la sede de la primera pesquera del país se mantendrá en Vigo.

En cualquier caso, lo que es una incógnita todavía es el precio de venta la compañía, atenazada por una fuerte deuda que a cierre del ejercicio 2021 llegaba en su apartado financiero a los 400 millones de euros entre créditos a corto y a largo plazo. A la espera de conocer los resultados anuales de Nueva Pescanova correspondientes al ejercicio 2022, la memoria de cuentas consolidadas de Abanca correspondiente al pasado año, que este lunes se hizo pública a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), da una idea de lo complicado que fue para el mayor grupo pesquero de España lidiar con el estallido de la inflación.

Pérdidas durante el año 2022

Abanca ofrece información sobre los resultados de sus participadas. Según la misma, a 31 de diciembre de 2022 Nueva Pescanova se anotaba unas pérdidas de 60,4 millones de euros. Hay que tener en cuenta que esta cantidad no se corresponde con el resultado neto de la pesquera correspondiente a su último ejercicio fiscal, ya que la compañía cierra su año en marzo. Fuentes de la entidad financiera, que posee una participación de casi un 98% en la pesquera, indican que la cantidad “se corresponde con el resultado total durante todo el ejercicio 2022”.

Hay que recordar que en enero de este año, la junta general de socios de Pescanova aprobó una inyección de 70 millones de euros por parte de su accionista mayoritario, Abanca, que se canalizaron a través de una aportación de capital que no implicó cambios en la estructura accionarial del grupo.

Las últimas cuentas de Nueva Pescanova remitidas al Registro Mercantil son las del ejercicio 2021, cerrado por tanto en marzo de 2022. Entonces, el grupo vigués obtuvo una facturación de 1.087 millones de euros, a la vez que logró un beneficio neto de siete millones de euros, frente a los 39 millones en negativo del año de la pandemia.

Los administradores de Abanca explican en su memoria que ese resultado, igual que el del Deportivo de A Coruña (un negativo de casi 2,6 millones) “se registra contablemente como el de activos no corrientes y grupos enajenables de elementos que se han clasificado como mantenidos para la venta”. Con un patrimonio neto que en diciembre de 2022 era de 221 millones de euros, la entidad financiera no ofrece datos sobre el valor en libros de su participación.

Una venta demorada en el tiempo

Los de Juan Carlos Escotet recuerdan que fue en abril de 2020 cuando el banco se hizo con un paquete de títulos de la pesquera equivalente al 39,8% de su capital, pasando a ser titular de más de 80% del mismo. En febrero del año siguiente acudió a una ampliación voluntaria de capital con lo que acabó por elevar su participación hasta el 97,48% de las acciones para luego acometer en junio la compra de un pequeño paquete de acciones con el que finalizó con un 97,76% de la firma.

Indican los administradores de la entidad bancaria que “tal y como se había adelantado en las cuentas de los ejercicios 2021 y 2020, una vez diseñado e implementado el Plan Estratégico, capitalizada la compañía y en fase de cierre (31 de marzo de 2022) del primer ejercicio completo del plan, se trabajó en la identificación de un socio que tomase una posición en la compañía”. No obstante, el proceso de venta se demoró más de lo esperado. “El efecto producido por la continuidad de la guerra en Ucrania, la inflación y el incremento de los tipos ha hecho que este proceso fuera más lento de lo previsible”, destacan los de Escotet, para explicar que “actualmente, en la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales consolidadas, el grupo se encuentra en un proceso activo de negociación para la entrada de un nuevo socio industrial”.

Según apunta la financiera, el resultado aportado desde la toma de control tanto de Nueva Pescanova como del Deportivo se registra en el epígrafe de “ganancias o pérdidas después de impuestos procedentes de actividades interrumpidas”. “El resultado registrado en este epígrafe durante el periodo de doce meses finalizado el 31 de diciembre de 2022 se debe a pérdidas por importe de 58,6 millones de euros correspondientes a Nueva Pescanova SL y al Real Club Deportivo”, se expone en la memoria de la entidad bancaria, que indica que esas pérdidas fueron de 15,5 millones un año antes.

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