Alcoa, Vestas, veto al arrastre… A Mariña se rebela contra el enésimo golpe

La Mancomunidad de Municipios de A Mariña pide suspender "cautelarmente" el veto a la pesca del arrastre y ve "miles de empleos" en el aire por la medida

Varios hombres desembarcan pescado en un puerto / Europa Press

Varios hombres desembarcan pescado en un puerto / Europa Press

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El presidente de la Mancomunidad de Municipios de A Mariña, da voz de alerta sobre el veto de la Unión Europea a la pesca de arrastre en 87 áreas del Atlántico. Fran Cajoto ha ha pedido que se suspenda «cautelarmente» esta medida que entra en vigor a partir del 9 de octubre a la pesca de fondo, al calcular que en la comarca afectará a «varios miles» de empleos.

El también alcalde de Foz advierte de que «no es lo mismo el arrastre que otras artes de pesca como es el cerco o la volanta», y critica que «no se tuvo en cuenta el impacto socioeconómico» de la decisión. «Solo primaron criterios científicos que están totalmente desautorizados porque hay nuevos informes que deben de ser tomados en cuenta. Cuando se toman decisiones hay que tener en cuenta sus consecuencias», ha suscrito.

Nuevo golpe a la economía en A Mariña

El representante de una comarca que en los últimos años se ha visto golpeada por el cierre de Vestas, el parón de dos años de Alcoa en su planta de aluminio o el reciente recorte de producción en Alúmina Española ha reclamado que «se piense en el sector» pesquero y el impacto de la decisión.

«Es algo muy injusto», ha subrayado el regidor mariñano, que ha cifrado en «varios miles» la destrucción de empleo. En este sentido, Cajoto ha añadido que «es un impacto tremendo en un sector que tradicionalmente dio muchos puestos de
trabajo en los principales puertos de la comarca que son Celeiro (Viveiro) y Burela, que dependen de esto».

Además, Fran Cajoto ha puesto el acento en que «los barcos no se pueden reconvertir porque no van a tener espacio, y esto va a provocar una modificación en otros caladeros, lo que va en contra de la lógica». Así, alerta que esta es una «decisión que ayudará a esquilmar otras zonas». «No tiene lógica, ni razón de ser y hay que luchar para que esto cambie», resuelve.

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