Así bajaron los alquileres tras el Covid: 95 céntimos el metro cuadrado en A Coruña, diez en Vigo

La mayor rentabilidad de la vivienda turística y la desescalada anticipan un nuevo encarecimiento de los inmuebles de arrendamiento tradicional

La rentabilidad de los pisos turísticos cae con la pandemia, pero supera en un 30% al alquiler tradicional / EFE

La rentabilidad de los pisos turísticos cae con la pandemia, pero supera en un 30% al alquiler tradicional / EFE

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¿Bajaron los alquileres de vivienda durante el año del estallido de la pandemia? Sí, lo hicieron. En buena medida porque porque la oferta se incrementó al regresar pisos turísticos al circuito de arrendamiento tradicional debido al veto a la movilidad. ¿Seguirán bajando? Previsiblemente, no. La reactivación del turismo y el hecho de la vivenda turística sea mucho más rentable es determinante. También las dificultades para acceder a créditos para compra.

Según los datos recopilados por la patronal inmobiliaria gallega, Fegein, en A Coruña, durante el año del Covid, el precio del metro cuadrado de la vivenda de alquiler tradicional descendió, pero en 95 céntimos el metro cuadrado. De 8,7 euros en 2020 a 7,8 euros en la actualidad. Los precios medios del alquiler turístico también retrocedieron desde el estallido de la pandemia, de 75 a 65 euros la noche. La diferencia estriba en la rentabilidad que obtiene el arrendador y que sigue siendo mucho más alta con los inmuebles vacaciones.

“La rentabilidad de un alquiler tradicional en A Coruña pasó de un 5,2 a un 5%. También bajó en el arrendamiento turístico, pero de un 8,4% a un 7,6%”, explican desde Fegein.

Los alquileres, de nuevo en subida

Su presidente, Benito Iglesias, tiene claro que, al fin y al cabo, la rentabilidad de la vivienda en alquiler en Galicia, tanto de carácter tradicional como turístico, “pulveriza cualquier rentabilidad financiera”. Por eso, es muy probable que los precios vuelvan a repuntar. “La realidad es que la rentabilidad se encuentra cada vez más en el mercado de alquiler de viviendas turísticas y ahí es donde, nuevamente, se están derivando viviendas en arrendamiento del circuito de comercialización tradicional al turístico. Así apreciamos un descenso notable y más que significativo en las ciudades de Santiago, A Coruña, Vigo y Lugo por este orden, lo cual anticipa un contexto más problemático aún para la vivienda en alquiler y también un encarecimiento de los precios”, apunta.

“La movilidad laboral, la vivienda turística, la pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias en una comunidad con la renta per cápita y pensiones más bajas de todo el Estado, conjuntamente con una financiación que requiere un esfuerzo mayor por parte del comprador, de un 35% del importe de la vivienda, impuestos incluidos, han hecho que, cada vez más, las personas obten por el alquiler”, indica. “El porcentaje de personas cuyos ingresos no les permite tener financiación o ahorros suficientes para comprar una vivienda es cada vez mayor, con lo cual cada vez crecerá más el número de hogares en arrendamiento y así lo constatamos con el porcentaje de hogares en alquiler en las ciudades”, explica.

Mapa del alquiler en Galicia

En Ferrol, durante este año, el precio medio del alquiler tradicional se redujo en 40 céntimos, hasta los 4 euros el metro cuadrado. La noche en un apartamento turístico pasó de 65 a 50 euros. La rentabilidad de los primeros es de un 3,2%. De los segundos, un 5,1%.

En Lugo, el valor de un inmueble para uso tradicional pasó de 5,5 a 5,2 euros/metro cuadrado. El alquiler turístico descendió de 55 a 50 euros/noche. Las rentabilidades sigue inclinando la balanza hacia un lado. El arrendamiento a largo plazo obtiene una rentabilidad del 4,5%. El del alquiler turístico, un 6,2%.

Sesenta céntimos el metro cuadrado. Es lo que se redujeron los precios en concepto de alquiler de larga temporada en Ourense, hasta los 5,2 euros. La rentabilidad se quedó en un 4%. Lejos del 5,8% de la que obtiene un casero de pisos turísticos en la Cidade das Burgas, con precios que rondan los 50 euros la noche.

De las grandes ciudades Vigo es la ciudad es donde menos se redujo el precio del alquiler. El tradicional solo lo hizo en 10 céntimos, de 8,2 a 8,1 euros el metro cuadrado, con una rentabilidad del 5,2%. En el ámbito turístico se paso de precios de 75 a 70 euros la noche, con una rentabilidad del 8%.

En Santiago de Compostela, ciudad turística por excelencia desde el estallido del Xacobeo, los precios se han mantenido a pesar de la pandemia. El precio medio del alquiler tradicional se mantiene en 6,5 euros. El turístico, en 50 euros/día. Las rentabilidades siguen siendo desiguales: del 5,3 y del 7,3% dependiendo de la modalidad de arrendamiento.

Iglesias explica que, a día de hoy, los inversores inmobiliarios apuestan por las áreas de A Coruña, Vigo y Oporto. “Las tres son el polo de atracción de fondos de inversión, socimis e inversionistas privados”, explica, para destacar la situación de la ciudad olívica. “Vigo tiene su gran potencial de crecimiento urbanístico a partir de la próxima aprobación inicial de su plan general de ordenación urban”, apunta.

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