Castrosua entra en pérdidas por más de 6 millones tras una brusca caída de ingresos
El grupo achaca a los efectos del Covid la caída de la facturación, que llevó a que sus dos principales empresas por volumen de negocio entraran en pérdidas
Juan Luis Castro Rodríguez, presidente de Castrosúa, y Beatriz Castro García, consejera delegada / Castrosúa
Con casi 75 años de historia, Castrosua es una empresa emblemática en la historia de la automoción de Galicia. El fabricante de carrocerías de autobuses nació del impulso de José Castro Suárez, uno de esos empresarios que se puso a trabajar muy joven por necesidad y acabó fundando un grupo de más de 300 trabajadores. Con sus principales bases de operaciones en Santiago y Vilagarcía, Castrosua ha evolucionado depositando esfuerzos en la innovación y alcanzando mercados internacionales como Emiratos Árabes hasta Lituania o Corea, aunque con el grueso de su facturación en España.
Las interesantes señas de identidad que ha cultivado el fabricante gallego no protegen contra todo y en el pasado ejercicio incurrió en pérdidas significativas en sus principales sociedades. Es el caso de Carrocera Castrosua, con sede en Santiago. Obtuvo unos ingresos de 25,1 millones, una caída abrupta desde los 44,4 millones del año 2020. El descenso en la facturación llevó el resultado de explotación a cifras negativas de 2,3 millones y al resultado de ejercicio a los números rojos, que ascendieron a 6,1 millones. El año anterior había conseguido beneficios de algo más de un millón de euros.
Un sector a la baja
«El mercado en el que actúa la compañía ha estado marcado por la evolución de la Covid-19, redundando en una clara caída de la demanda de nuestra principal actividad, la venta de carrocería de autobuses, que ha afectado sustancialmente al ejercicio 2021″, explica Castrosua en su informe de gestión.
En su Estado de Información No Financiera, la empresa detalla que la pandemia rompió con seis años de crecimiento del mercado de autobuses, que se había expandido hasta un 87% en España desde 2014. «Este año 2021 se ha cerrado con 1.421 unidades, lo que supone una caída del mercado de un 17,67% respecto al año anterior y del 45% frente al 2019, lo que nos da una idea del momento en el que se encuentra el sector. El año 2022 se prevé que sea un año de cambio y el transporte público experimente un repunte, cerrándose con alrededor de 1.900 unidades matriculadas, aunque lo cierto es que las cifras globales dependerán mucho del segmento discrecional, el más afectado por la crisis», relata.
Ante este escenario, la empresa acudió a mecanismos de flexibilidad y liquidez. Aplicó un ERTE para toda la plantilla desde comienzos del año para adaptar su cuadro de personal a las necesidades de producción. También procedió a la novación de los préstamos concedidos por el ICO y por Xesgalicia, la entidad gestora de los fondos de capital riesgo de la Xunta.
Pérdidas y caída abrupta de ingresos
La compañía familiar que dirige Juan Luis Castro Rodríguez está formado por las empresas Castrosua, Castro Carrocera (Carsa), Castro Inversión y Desarrollo (Cidsa), Insular Carrocera (Insucar) y Castro 2009, pero no conforman fiscalmente un grupo por lo que no presentan cuentas consolidadas. Después de Castrosua, la sociedad más relevante por facturación es Carsa, con sede en Vilagarcía y una cifra de negocio en 2021 de 10,9 millones, menos de la mitad de los 24,2 millones en ingresos de 2020. Acabó el ejercicio con números rojos de 1,2 millones.
Del resto de empresas, solo Insucar, con sede en Canarias, superó el millón de facturación, situando su cifra de negocio en los 1,9 millones. Al igual que Cidsa y Castro 2009, obtuvo beneficios, aunque poco significativos. Si se suman los números de todas las empresas que conforman el grupo familiar, el saldo final arrojaría unas pérdidas de 6,9 millones y unos ingresos de 39,1 millones, en comparación con los 71,4 millones de 2020.
