Celsa blinda sus plantas de Gijón y Barcelona y se olvida de A Laracha mientras busca socio industrial

Celsa Group ha anunciado que refuerza el futuro de las factorías de cerramientos de MRT de Gijón y Cerdanyola y se abre a un aumento de su capacidad de producción

Imagen de archivo de una protesta de los trabajadores de Celsa Atlantic en A Coruña. EFE/Kiko Delgado

Imagen de archivo de una protesta de los trabajadores de Celsa Atlantic en A Coruña. EFE/Kiko Delgado

Celsa Group marca en rojo a las plantas de Cerdanyola y Gijón en su plan industrial. A través de un comunicado, el grupo siderúrgico apuesta por el refuerzo del futuro de estas factorías de cerramientos de MRT para ampliar así la gama de productos e implementar mejoras técnicas y operativas en ambas plantas, con el objetivo de incrementar la internacionalización y el valor añadido de sus productos, especialmente cerramientos metálicos y alambre galvanizado para soluciones perimetrales.

En el caso de la planta de MRT Gijón, Celsa refuerza su alianza estratégica con el actual accionista minoritario Picot, empresa dedicada a desarrollar sistemas avanzados de protección perimetral de gama alta, mediante el aumento de su participación hasta el 44,46%, acuerdo que tendrá que ser ratificado por la junta general de accionistas. A través de esta alianza, Celsa prevé incrementar la producción en 8.000 toneladas al año adicionales de productos de alto valor añadido, que representa un aumento de producción del 15%, y dar un impulso a la expansión internacional.

En este sentido, Celsa continuará siendo el accionista mayoritario y de control de MRT Gijón, por lo que la sociedad seguirá plenamente integrada en la estructura de gestión del grupo.

En cuanto a MRT Cerdanyola, Grupo Celsa ejecutará inversiones para poner en marcha una segunda línea de galvanizado green, lo que permitirá incrementar la producción en 12.000 toneladas adicionales al año, es decir, un aumento de producción del 28%, y convertir la fábrica «en la mejor planta integrada del sur de Europa para la elaboración de alambre de bajo carbono galvanizado de bajas emisiones».

La búsqueda de un socio industrial

De esta forma, Celsa pone el foco en sus centros de trabajo de Cerdanyola y Gijón y pasa de largo por el momento por su factoría de A Laracha, que el grupo que preside Rafael Villaseca controla a través de su filial Celsa Atlantic.

La incertidumbre rodea a esta planta ante la falta de avances por parte de su matriz para la búsqueda de un socio industrial. No en vano, Celsa se se encuentra bajo la batuta de financieras y fondos (Deutsche Bank, Attestor y Golden Tree, entre otros) desde finales de 2023, momento en el que se hicieron con la propiedad en los tribunales.

La toma de control por parte de estas entidades tuvo que pasar también el filtro del Gobierno debido al decreto antiopas. Es por ello que se establecieron una serie de obligaciones, como que los nuevos dueños debían introducir a un socio industrial con experiencia en el sector, de capital español y que se haga con una participación equivalente a un 20% del capital.

Celsa anunció a finales de diciembre que iniciaba un proceso de búsqueda de socio tras sanear y adelgazar su negocio, con la gallega Megasa, la extremeña Cristian Lay y la vasca Sidenor como principales favoritos. Sin embargo, la crisis del sector del acero como consecuencia de la escalada de los precios de la energía, unida a las negociaciones de Sidenor para tomar el control de Talgo han ralentizado el ritmo de avance de estas negociaciones.

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Redacción ED Galicia

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