El Gobierno tendrá que dar compensaciones a Endesa para mantener activa media central de As Pontes

Transición Ecológica traslada a los sindicatos que la continuidad de la térmica se decidirá esta semana y que no afectará a las ayudas para los proyectos de reindustrialización de As Pontes

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El Ministerio de Transición Ecológica ha trasladado a los sindicados CCOO y UGT que decidirá esta semana si la central térmica de As Pontes debe aplazar su desmantelamiento y mantenerse operativa ante el temor a un corte en el suministro del gas ruso tras la invasión de Ucrania. Lo hizo en una reunión de Laura Martín, directora del Instituto para la Transición Justa, con los representantes sindicales en Madrid, en la que también aseguró que las ayudas a los grandes proyectos de reindustrialización de As Pontes, como el de Ence o el de Sentury Tire, no corren peligro al tratarse de una situación «excepcional».

El futuro de la central de carbón está pendiente del informe que el Gobierno solicitó a Red Eléctrica y en el que el operador del sistema debe evaluar los recursos necesarios para asegurar el suministro en un escenario extremo de escasez de gas natural. Ese documento se conocerá, previsiblemente, a finales de esta semana, pero tanto en el ámbito empresarial como en el sindical se da prácticamente por hecho que la térmica se mantendrá operativa, aunque se desconoce durante cuánto tiempo.

Las fuentes consultadas señalan que el Ejecutivo quiere al menos blindarse para el próximo invierno ante posibles tensiones en el sistema, por lo que apostará por la continuidad de las instalaciones gallegas salvo que Red Eléctrica se pronuncie de manera contundente en sentido contrario. Pero eso es poco probable. El operador del sistema eléctrico emitió un informe favorable al cierre de As Pontes hace menos de un año, pero la petición de Transición Ecológica es que analice ahora un escenario extremo de corte en el suministro de gas y otros productos energéticos.

El precio a pagar

Mantener operativa la central, en todo caso, tendrá un elevado coste. UGT señaló tras la reunión con el Ministerio que Endesa está dispuesta a reactivar la planta, pero eso no quiere decir más que atender la petición del Gobierno, que es el responsable de que se tome la medida. Otra cuestión es cómo se debe retribuir a la energética, que con toda probabilidad pedirá compensaciones por la disponibilidad de la central y el coste de reactivarla cuando sea necesario, lo que requiere de la vuelta de trabajadores desplazados a otros puestos ante el que se creía su cierre inminente.

La planta solo podrá operar con los dos grupos que tiene habilitados, es decir, con una capacidad de 700 megavatios frente a los 1.400 megavatios que tendría a pleno rendimiento. Poner en servicio los dos grupos de generadores que están inhabilitados requeriría también de una importante inversión que, según fuentes empresariales, no compensa si se trata de una reactivación por un corto periodo de tiempo.

El responsable del sector energético de UGT-FICA en Galicia, Nicasio Pena, aludió sin embargo a un periodo mucho más largo, indicando que podría reabrirse durante seis años. Ni el Ministerio ni Endesa han confirmado que se valore una continuidad a tan largo plazo, que echaría por tierra los planes de desarrollo renovable de la energética en la localidad coruñesa.

Tanto la Xunta como los sindicatos se han mostrado favorables a la continuidad de la central, para la que Endesa pidió autorización de cierre hace más de dos años. Nicasio Pena estima que harían falta un centenar de trabajadores en la planta cuando en la actualidad operan 40 en tareas de mantenimiento de las instalaciones.

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