«¡Qué tropa, joder, qué tropa!»

Ahora es cuando la frase pronunciada por el ministro Óscar Puente cobra todo sentido: Pedro Sánchez es el p. amo".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la clausura de la IV edición del Foro ANFAC / Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la clausura de la IV edición del Foro ANFAC / Europa Press

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Está frase, atribuida en su día al Conde de Romanones, sintetiza a las claras nuestra clase política actual, la peor de nuestro periplo democrático, sin margen alguno de duda. El patético reality show de Pedro Sánchez y su «he decidido seguir» ha sido el culmen de todos los despropósitos, un culebrón de series televisivas que duran años en llegar al último episodio. Esta se ha resuelto en cinco vergonzantes días. La credibilidad del sanchismo cotizaba en mínimos, pero ahora es ya ninguna.

Mi pregunta es qué va suceder a partir de ahora. ¿Nuestro sistema judicial va tener que someterse a las unipersonales directrices políticas de Pedro Sánchez? ¿La libertad de prensa queda sometida al pensamiento político del sanchismo? ¿Que aquellos que ideológicamente no pensamos como él somos ahora proscritos políticos?

Sánchez ha abierto un nuevo periodo feudalista en nuestro país. Ahora es cuando la frase pronunciada por el ministro Óscar Puente cobra todo sentido: «Pedro Sánchez es el puto amo«.

La democracia en España es una quimera con esta tropa. Y eso es lo que realmente me preocupa y debería preocuparnos a todos. Estos cinco días han sido una maniobra táctica de Pedro Sánchez y que su cortina de humo ha sido una representación teatral de un supuesto melodrama personal.

Con toda esta pantomima únicamente ha empeorado, y mucho, el clima político y social de confrontación, división y reafirmación de los pensamientos únicos personalistas.

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