Grupo Rodman duplica pérdidas tras el pinchazo de su contrato estrella

El grupo de Manuel Rodríguez cierra con 15,7 millones en números rojos y sale al rescate de Metalships, que acabó en quiebra técnica

Manuel Rodríguez, presidente de Rodman

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Mal año el que deja atrás Grupo Rodman, que se aferra a los nuevos contratos de dos catamaranes para la armadora holandesa Aqualiner y de una goleta de superlujo para Sea Gold Cruises como llave para salir del océano de números rojos en el que está sumergido. El astillero de Manuel Rodríguez, controlado a través de la sociedad Adaba, acabó el ejercicio con 15,7 millones en pérdidas, más del doble que el resultado negativo del año anterior, 6,3 millones.

Las dos principales áreas de negocio del grupo, la náutica de Rodman Polyships y los buques de acero de Metalships pincharon, cerrando las dos filiales el curso en números rojos. De hecho, Metalships & Docks, ya recuperado por Manuel Rodríguez tras la fugaz entrada en el capital de China Sonangol, acabó el curso en situación de quiebra técnica tras perder 7,2 millones, lo que requirió una aportación de 2,4 millones de la matriz –1,4 millones en financiación y otro millón para compensar pérdidas– para salir de la causa de disolución.

Pinchazo en el principal contrato de Metalships

La evolución de la división de buques de acero, que vinculó por un tiempo a Rodman con el oscuro magnate chino Sam Pa, explica en buena medida el negativo ejercicio. El principal contrato del grupo en el año era el buque congelador Regina C, el mayor arrastrero que había construido nunca con destino a la armadora groenlandesa Niisa Trawl Aps.

El buque se entregó en diciembre pero, explica Rodman en su informe de gestión, “con tan escasísimo margen que provocó pérdidas en el ejercicio”. El peso de Metalships es muy relevante en el grupo, pues la facturación de la filial alcanzó los 39,6 millones, mientras que la cifra de negocio conjunta de la compañía se situó en los 52,2 millones, con una abrupta caída desde los 75,6 millones de 2017.

Diseño para la construcción de dos catamaranes para el armador holandés Aqualiner / Rodman

Diseño para la construcción de dos catamaranes para el armador holandés Aqualiner / Rodman

Rodman Polyships entra en pérdidas

Tampoco le fue bien a Rodman Polyships, la división dedicada a la náutica de recreo y la náutica profesional. En la primera, los ingresos se quedaron ligeramente por debajo de los 2 millones por una desfavorable evolución de mercado en las tradicionales plazas del grupo: Reino Unido, Francia, Itialia y Portugal. En la segunda, la facturación cayó un 55%, quedándose en los 10 millones, procedentes de la entrega de diez patrulleras. Rodman Polyships entró en pérdidas durante el ejercicio, con un resultado negativo de 3,8 millones.

Grupo Rodman, con unos 250 empleados e instalaciones en el puerto de Vigo, prevé salir a flote de esta situación en 2020 merced a la entrega de la goleta de pasaje de superlujo, un contrato que tiene “un margen muy superior” al buque arrastrero entregado el año pasado. Del mismo modo, un recorte de los gastos fijos de en torno al 10%, la previsible mejoría del mercado de náutica de recreo y los encargos de grandes catamaranes parecen arrojar buenas perspectivas sobre el futuro de los astilleros.

Sin embargo, la matriz del grupo, Abada, nota el impacto de los números rojos. El patrimonio neto de la sociedad, que además del negocio naval controla también la sicav de Manuel Rodríguez (Suevia Inversiones), cayó un 18% en un año, quedándose en los 80,9 millones.

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