José Arnau, mano derecha de Amancio Ortega, empieza a ceder el testigo a Roberto Cibeira con su salida de Pontegadea UK

El grupo del hombre más rico de España reordena su filial en Reino Unido con el cese de José Arnau, vicepresidente de Inditex y figura clave en la trayectoria de Ortega, y la entrada de Roberto Cibeira, CEO de Pontegadea, y de otros dos directivos del grupo, Jaime Carro y Marcos Fernández

De izquierda a derecha, José Arnau Sierra, Amancio Ortega y Roberto Cibeira

De izquierda a derecha, José Arnau Sierra, Amancio Ortega y Roberto Cibeira

Pontegadea, el holding de Amancio Ortega, ha remodelado la cúpula de su filial en Reino Unido, uno de los tres mercados de referencia del fundador de Inditex a la hora de ejecutar sus inversiones inmobiliarias, junto a Estados Unidos y España. La reforma del órgano de administración conlleva la salida de José Arnau Sierra, vicepresidente de Inditex y eterna mano derecha del empresario, ocupando cargos clave tanto en la multinacional textil como en la family office. Junto a él, cesan también las dos sociedades del grupo que completaban el consejo de Pontegadea UK, la gallega Pontegadea GB 2020, y Hills Place Sarl, con domicilio en Luxemburgo.

Con la salida de Arnau y de estas dos sociedades, Pontegadea reconfigura al completo el organismo de dirección del negocio británico. Y lo hace con directivos de la casa. Allí desembarca Roberto Cibeira, el consejero delegado de Pontegadea y otro de los integrantes del núcleo duro de la familia. Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidade de Santiago de Compostela, Cibeira llegó al holding de Amancio Ortega en 2003 reclutado por el propio Arnau y procedente de Arthur Andersen. Ha representado a Pontegadea en el consejo de la hotelera NH o en el de Telxius, la filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica; y es miembro del patronato de la Fundación Amancio Ortega desde 2020.

También se incorporan a Pontegadea UK el responsable legal del grupo y secretario del consejo, Jaime Carro; y el country manager para Europa y Asia Pacífico, Marcos Fernández, ambos con larga trayectoria en la compañía.

Arnau cede espacio

Fuentes empresariales han vinculado el movimiento con la voluntad de José Arnau de rebajar su presencia en la primera línea de dirección de diversas sociedades del grupo, del que es vicepresidente y primer ejecutivo desde su constitución en 2001. Superados los 65 años, el inspector de Hacienda lucense es bastante más que una colección de cargos en el universo Inditex. Se le atribuye un papel protagonista en la arquitectura de la sucesión de Pablo Isla y en el aterrizaje de Marta Ortega como presidenta de la multinacional textil. A su abrigo han crecido algunos de los ejecutivos sobre los que aparentemente descansará el futuro del gigante de Arteixo, como el propio Óscar García Maceiras, CEO de Inditex, o Ignacio Fernández, el nuevo director general corporativo que entró en la multinacional como responsable Fiscal de la mano de Arnau.

El orden natural apunta a que Roberto Cibeira, otro fichaje del vicepresidente, ganará presencia en el entramado societario de Pontegadea como sucedió en la filial de Reino Unido.

Puesta en orden de Pontegadea UK

El nuevo diseño en la administración de Pontegadea UK se pone en marcha después de dos cambios relevantes en la filial británica. Por un lado, el nombramiento de Deloitte como nueva auditora después de las desavenencias con EY, que renunció al puesto al entender insuficientes sus honorarios debido a los sobrecostes en los que, según alegó, había incurrido en el chequeo de las cuentas. Por otro, la inmobiliaria volvió a ganar dinero, después de las pérdidas de 22 millones de 2023 a causa de los deterioros.

Pontegadea UK cerró el ejercicio 2024 con un beneficio de 33,4 millones de libras –unos 39,5 millones de euros–. Los ingresos por alquileres se elevaron hasta los 136 millones, ligeramente por encima de los del ejercicio anterior; mientras que el ebitda de las propiedades de inversión se situó en los 95,2 millones de libras –113 millones de euros, aproximadamente–. Los activos mantenían un alto nivel de ocupación, alcanzando el 94,5%.

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