Las campanadas de Alcoa: logra parar San Cibrao, promesas de ayudas públicas y roza máximos en bolsa

Los precios del aluminio subieron este jueves con los anuncios de parada durante dos años de San Cibrao y de la reducción de producción de la factoría de Norsk Hydro en Eslovaquia por los precios eléctricos

La ministra de Industria, Reyes Maroto, entre el delegado del Gobierno, José Manuel Miñones, y el vicepresidente económico, Francisco Conde. Foto: EFE/Lavandeira Jr

La ministra de Industria, Reyes Maroto, entre el delegado del Gobierno, José Manuel Miñones, y el vicepresidente económico, Francisco Conde. Foto: EFE/Lavandeira Jr

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Alcoa cierra el año en España con su objetivo cumplido de parar las cubas de electrólisis de la planta de aluminio primario de San Cibrao durante dos años, hasta 2024. Para entonces, la multinacional americana espera que la factura eléctrica se haya rebajado. Para eso influirán no solo los contratos de suministro a largo plazo que suscriba (ya ha firmado con Greenalia y Capital Energy), también las ayudas que opta a recibir por parte del Estado.

Este jueves, Santiago de Compostela acogió la primera comisión de seguimiento celebrada una vez que los de Pittsburgh y el comité de empresa firmaron el acuerdo que supondrá parar la producción en A Mariña con el compromiso de que no haya despidos y de invertir unos 90 millones de euros en la planta. La ministra de Industria, Reyes Maroto, abrió la puerta a que la compañía sea “elegible” para acceder a ayudas públicas. No sólo las relativas al Estatuto del Consumidor Electrointensivo, también a subvenciones, indicó, “que estamos desplegando” en base a los fondos europeos de reconstrucción, los Next Generation.

Un cambio de tercio en toda regla, ya que fue precisamente Industria quien dejó este año a Alcoa sin las ayudas de compensación de CO2 y quien le reclama 34 millones de euros aportados en ejercicios anteriores (una devolución que, no obstante, podría quedar sin efecto en esta nueva etapa).

Alcoa crece un 160% en bolsa en un año

Pero si Alcoa acaba el año con sus objetivos cumplidos en España, a nivel global parece irle aún mejor. Impulsada por la subida del aluminio durante todo el ejercicio, los analistas creen que la corporación estadounidense finalizará el ejercicio 2021 con unos beneficios que podrían llegar a los 1.272 millones de dólares frente a las pérdidas de 170 con los que acabó el año del estallido de la pandemia.

La bonanza se nota también en su cotización, que en estos momentos se aproxima a máximos del año, al situarse por encima de los 59 dólares. La foto fija muestra la revalorización de sus acciones en la bolsa de Nueva York a lo largo de todo este ejercicio. El 30 de diciembre de 2020, el título se intercambiaba a 22,95 dólares. Desde entonces hasta ahora se ha estirado un 159%.

Paradas de plantas, subida del aluminio

El estallido de Alcoa en bolsa y sus resultados están, además de otros factores, directamente ligados al precio del aluminio y a la situación de las materias primas. Este jueves, y según destacó Reuters, al aluminio volvió a subir, algo que relaciona, directamente, con el anuncio de la reducción de producción de dos fundiciones debido a los precios de la energía. La primera, una planta de Eslovaquia controlada de forma mayoritaria por el gigante Norsk Hydro, que acometerá una reducción del 60% de su capacidad. La segunda, Alcoa San Cibrao.

No obstante, cifras a un lado, restan todavía muchas incógnitas sobre cómo se desarrollará el futuro de Alcoa San Cibrao, la última planta de aluminio primario en España.

Fuego cruzado entre políticos

Y es que, aunque Alcoa acomete en A Mariña una parada de cubas pactada con los trabajadores, que la apoyaron mayoritariamente en una votación realizada este martes, nadie parece satisfecho con la decisión. Este jueves, en la comisión de seguimiento del acuerdo, tanto la ministra de Industria, Reyes Maroto, como el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, cruzaron reproches y mostraron su resignación. La socialista admitió que, tras meses de negociaciones en las que no se llegó a ningún acuerdo, “el resultado final sin duda no nos gusta”, ya que implica una parada de la producción. «La foto de hoy no tiene que ser en ningún caso una foto para el recuerdo, tiene que ser para la reflexión y la toma de decisiones», dijo por su parte el político popular, que cargó contra el Gobierno por no haber conseguido unos precios energéticos estables que rebajasen la ingente factura eléctrica de la planta, algo que, en estos momentos, la hace “inviable”, según los americanos.

Especialmente crítico fue el BNG. Su diputado en el Congreso, Néstor Rego, exigió a las administraciones públicas que «estén vigilantes para que Alcoa tenga que cumplir estrictamente todos los compromisos firmados», tanto para la recuperación de la plena actividad a partir del 2024 como para la realización de las inversiones previstas.

El nacionalista cargó duramente contra Maroto, por acudir “a bendecir” el acuerdo entre multinacional y trabajadores, cuando el Gobierno se negó “a dar el paso de la intervención pública temporal”. Lo cierto es que, si bien a lo largo de las negociaciones llegó a estar en la mesa la posibilidad de que la SEPI triangulase una venta a un tercero, el Ejecutivo acabó echándose atrás.

También los sindicatos mostraron este jueves su inquietud. A pesar del acuerdo, tanto la CIG como CCOO, avisaron de que “vigilarán” el cumplimiento del acuerdo. Lo fundamental, para todos, que se cumplan las inversiones previstas y que las cubas se reactiven cuanto antes.

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