El plan de Alcoa recortará a la tercera parte sus pérdidas en San Cibrao

La multinacional prevé unas pérdidas de 20 millones de dólares el año que viene, con las cubas de electrolisis paradas, frente a los 60 millones en números rojos con los que cerrará 2021

Trabajadores de Alcoa en la planta lucense de San Cibrao / EP

Trabajadores de Alcoa en la planta lucense de San Cibrao / EP

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Tras más de un año de negociaciones, batallas judiciales e intentos fallidos de venta, la situación de la planta de Alcoa en San Cibrao (Lugo) se desatasca. Al menos, por los próximos dos años, periodo en el que la multinacional norteamericana apagará las cubas de electrolisis y mitigará las fuertes pérdidas en las que está incurriendo la factoría, castigada por el elevado precio de la energía.

El aval de los trabajadores a la propuesta de la compañía permitirá a Alcoa salir de una situación límite. No solo sufría la escalada de costes energéticos, sino que la huelga de la plantilla le impedía sacar producto al mercado, por lo que tampoco compensaba los mayores costes con la subida del precio del aluminio. Este mes de diciembre, aseguró la compañía, estaba perdiendo unos cinco millones cada semana.

Ahora, con el acuerdo que le permitirá parar la electrolisis bajo el brazo, Alcoa también pone cifra a los números rojos que prevé para el próximo año. Estima la multinacional que en 2022 se situarán “entre 20 y 25 millones” de dólares. Supondría reducir a la tercera parte las pérdidas con las que prevé finalizar este año la factoría y que alcanzarían los 65 millones de dólares, debido a unos precios de la energía que califica de “exorbitantes”.

Las actividades para la parada ordenada de las cubas de electrolisis comenzarán el uno de enero y se completarán a lo largo de ese mismo mes, materializando un recorte de capacidad de producción de 228.000 toneladas anuales. Dicho tijeretazo también supondrá un parón de dos años de la fabricación de aluminio en España, pues la de A Mariña era la última planta operativa en el Estado.

Las garantías de Alcoa

Si las virtudes del acuerdo rubricado este miércoles son obvias para Alcoa, especialmente por la situación de bloqueo en la que estaba la planta, los trabajadores obtienen también algunas garantías, aunque sin acabar de despejar la incertidumbre que desde hace un año sobrevuela las instalaciones.

La multinacional se compromete a desarrollar inversiones de 68 millones de dólares en la factoría, entre otras cuestiones, para la compra de nuevo equipo. Este material se sumaría a los 35 millones que costará el rearranque de las cubas en 2024. En ese periodo y más allá, hasta 2026, Alcoa se compromete a no plantear ningún despido colectivo y a que mejorará las condiciones laborales de los trabajadores a través de la renovación del convenio colectivo.

Este jueves, la primera reunión de la comisión de seguimiento que se celebra en Santiago con la ministra Reyes Maroto servirá de acto simbólico del inicio de la nueva etapa, que el Gobierno ha celebrado como una victoria.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp