¿Llega tarde Novavax? La tercera dosis y las dudas sobre Janssen impulsan a la vacuna de Zendal
La expectativa de una tercera dosis permite a Novavax remontar en bolsa pese a que puede conseguir la aprobación con casi un año de retraso respecto a Pfizer o Moderna
Sede de Novavax en Belward Campus
Sin contar todavía con un producto para generar ingresos, Novavax capitaliza en bolsa más de 19.000 millones de dólares, después de duplicar su valor desde mayo, cuando hizo público que el proceso de aprobación de su vacuna contra el Covid se retrasaría hasta finales de año.
Además del acuerdo con Japón para suministrar 150 millones de dosis que le sirvió para escalar 7,6%, hay dos aspectos que están dando alas a la farmacéutica norteamericana y a otras vacunas como la que está desarrollando el CSIC.
Ambas son aliadas del grupo gallego Zendal, colaborador en la investigación que dirige el virólogo Luis Enjuanes y fabricante de antígeno para Novavax.
El primer aspecto es el cada vez mayor consenso en la necesidad de inyectar una dosis adicional de la vacuna, algo que en territorios como Estados Unidos ya dan por hecho. La tercera dosis permitiría ensanchar el mercado para la socia de Zendal a personas vacunadas que necesitarán fortalecer su inmunidad.
El compuesto mostró una eficacia del 90% según un estudio realizado en EEUU y México, y, además, protege contra variantes. A la espera del ensayo clave en el país norteamericano, este balance sitúa en una buena posición a la biotecnológica ante mutaciones del virus que requieran tratamiento futuro.
Esta situación podría facilitar que los distintos países optasen por una vacuna alternativa a AstraZeneca o Janssen, como es el caso de Novavax, que inicialmente muestra una buena seguridad en los ensayos.
El otro aspecto son los obstáculos que están afrontando AstraZeneca y Janssen (Johnson&Johnson) con su vacuna, ambos investigados por los extraños coágulos asociados a su compuesto en un porcentaje muy bajo de vacunados. AstraZeneca, además, acumuló problemas de suministro para cumplir sus compromisos, motivo por el que la Unión Europea decidió romper con la firma.
