Losán, segunda maderera gallega, fía su futuro a lograr 120 millones con venta de activos y ayudas públicas
El grupo prevé obtener 35 millones con la venta de activos inmobiliarios y de la filial Agronova el año que viene; de cara a 2028, pretende dar entrada a un socio inversor que aporte 32 millones más y conseguir 52 millones de financiación adicional

Fábrica de Losán en Soria / CCCO
Losán, la segunda mayor maderera gallega por facturación detrás de Finsa, ha presentado finalmente las cuentas del ejercicio 2023, reformuladas en marzo de este año debido a la crisis que afrontó el grupo y que lo llevó hasta el juzgado para negociar una reestructuración de su pasivo, que a cierre de aquel curso ascendía a 262 millones. La compañía, que recibió 35 millones del fondo de rescate de la SEPI, detalla en su memoria el plan de negocio con el que convenció a los acreedores para reordenar la deuda, entre ellos, Abanca, BBVA, Santander, Cajamar o Sabadell, además de la propia SEPI y el ICO, que durante la pandemia ejerció de avalista del fabricante de tablero en créditos por valor de 18,8 millones.
La hoja de ruta de Losán prevé nuevas ayudas públicas, la venta de activos, la entrada de un socio y la consecución de financiación adicional entre este año y 2028. Con esos ingredientes pretende salir a flote de una situación de insolvencia que atribuye a dos elementos clave: por un lado, la pandemia que agravó el endeudamiento que ya arrastraba por las inversiones acometidas en años anteriores; y por otro, el periodo inflacionista que incrementó los costes y acabó por erosionar los márgenes, sobre todo a partir del segundo semestre de 2022, cuando sufrió una caída en la demanda de sus productos. La concatenación de desgracias puso en jaque a un grupo con fábricas en Curtis, Vilasantar, Soria, Cuenca, Zamora y Ciudad Real, y provocó el proceso de negociación con los acreedores para evitar la quiebra.
Losán necesita tiempo y dinero
Losán parte de la premisa de que el incremento de sus capacidades productivas que acometió antes de la pandemia permitirá, una vez a pleno rendimiento, incrementar los ingresos y aliviar sus problemas de liquidez. Pero para que estas inversiones den fruto necesita tiempo y dinero. El primer paso, el del tiempo, lo materializó con la reestructuración de deuda. El segundo requerirá de algún esfuerzo adicional.
En su memoria de ejercicio, la maderera explica que los Gobiernos autonómicos de los territorios donde opera han expresado su intención de brindarle financiación, aunque solo en el caso de la Xunta figuran medidas concretas. Como avanzó este medio, el Igape concedió al grupo dos préstamos de un millón de euros para las fábricas gallegas. Además, Xesgalicia, los fondos de capital riesgo del Gobierno gallego, estudia brindar apoyo adicional al grupo que, según la memoria del ejercicio de 2023, alcanzaría «entre el 10% y el 15% de las necesidades cuantificadas por la empresa», dice Losán sin detallar cifra concreta alguna.
Venta de activos y socio inversor
Adicionalmente, el fabricante prevé vender activos inmobiliarios no estratégicos de distintas empresas del grupo, así como activos de Losán Romanía no afectos al negocio por valor de hasta 10 millones de euros. De cara al ejercicio de 2026, la compañía pretende vender la filial Agronova, mediante una operación que se estructurará en dos pasos: primero, una aportación de los socios del 49% de Agronova a la matriz del grupo mediante una ampliación de capital; tras este movimiento, se procurará la venta conjunta de la empresa por unos 25 millones de euros. Adicionalmente, se realizará una nueva ampliación de capital en la matriz o en alguna de las filiales del grupo por valor de 10 millones de euros.
En 2028, el grupo tiene previsto la incorporación de un inversor para la ejecución mediante una aportación de hasta 32 millones de
euros, así como la obtención de una financiación de hasta 52 millones de euros, «con carácter preferente en sus condiciones». Estas operaciones implicarían una inyección próxima a los 120 millones de euros, o incluso superior si se confirma la entrada de nuevas ayudas públicas.
De beneficios a 24 millones en pérdidas
Las cuentas reformuladas de Losán muestran el rápido deterioro de la empresa, que pasó de unos beneficios de 2,3 millones en 2022 a perder casi 24 millones en 2023. El resultado de explotación del ejercicio fue negativo por valor de 11,5 millones, mientras que el resultado consolidado del año alcanzó los 23,7 millones en números rojos. Además de los gastos financieros, de 14,7 millones, influyó negativamente en el balance el retroceso en la cifra de negocio, que cayó desde los 343,6 millones de 2022 hasta los 274,1 millones del año siguiente.
A cierre del ejercicio, destaca la auditora del grupo (Audiesa), el fondo de maniobra era negativo por valor de 92 millones, al igual que el flujo de efectivo de la actividad de explotación (por valor de 26,4 millones), lo que dejó al grupo en situación de concurso necesario dos años después de recibir los 35 millones del fondo de solvencia de la SEPI.