Losán, segunda maderera gallega, dice a los trabajadores que no tiene dinero ni para despedirlos
La compañía, que recibió fondos públicos de la SEPI y la Xunta, mantiene sin ejecutar 21 despidos en su planta de Soria al carecer de fondos para las indemnizaciones, mientras aguarda ayudas de la Junta, la venta de activos en Rumanía o la entrada de un inversor

Protesta de trabajadores de Losán frente a la planta de Soria / CCOO
No acaba de encarrilar la situación Losán, la maderera gallega que recibió 35 millones del fondo de rescate de la SEPI. El fabricante de tablero, que se pasó el año pasado negociando con la banca para cuadrar una reestructuración de cerca de 200 millones de deuda, continúa arrastrando los problemas de liquidez que desencadenaron la crisis. Y así lo está reconociendo en Soria, donde tiene una de sus plantas. La compañía, la segunda mayor del sector en Galicia por ingresos por detrás de Finsa, acordó el despido de 47 trabajadores, pero no está pudiendo ejecutar las salidas.
Según trasladó el comité de empresa, los primeros despidos, 21 trabajadores, debían ejecutarse entre el 9 y el 16 de mayo, pero la maderera no ha podido hacerlo, ya que le falta dinero para poder afrontar las indemnizaciones. A esto se suma que la plantilla lleva dos meses de atraso en el cobra de las nóminas, tanto en la factoría soriana como en Zamora, según advirtió CCOO.
En Curtis (A Coruña) se produjeron también protestas hace un mes por el atraso en el pago de los salarios, sin embargo, la empresa contó con el respaldo del Igape, que concedió dos préstamos de un millón de euros, uno para las propias instalaciones de Curtis y otro para las de Vilasantar, los dos centros de producción gallegos de Losán.
Entrada de un inversor
Pablo Soria, responsable de UGT en la provincia de Soria, aseguró tras la reunión con la dirección de la compañía este jueves que la compañía está a la espera de las ayudas públicas, de la venta de activos en Rumanía o de la entrada de un inversor. Mientras tanto, les trasladó que carece de efectivo para poder pagar las indemnizaciones de los despidos acordados.
«En el aserradero no ha entrado una madera desde finales de marzo«, dijo en declaraciones a Soria Noticias, tras argumentar que se está produciendo una «discriminación» con los trabajadores de la provincia, que según señaló son los únicos del grupo que acumulan casi tres meses de impago de las nóminas. El sindicalista de UGT advirtió que «una empresa no puede vivir de las ayudas» y pidió inversiones productivas que garanticen la viabilidad de las fábricas.