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Mercadona, Alcampo y Lidl tumban las denuncias por pactar el precio de la leche de marca blanca
Competencia archiva los escritos de asociaciones de ganaderos y de consumidores contra las grandes cadenas de supermercados por concertar precios en la leche de marca blanca durante seis años

Cartón de leche de la marca Hacendado en un supermercado de Mercadona
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha descartado las denuncias presentadas por agrupaciones de ganaderos y asociaciones de consumidores contra las grandes cadenas de supermercados por concertar precios en la leche de marca blanca. Las primeras denuncias, de Unió de Pagesos de Catalunya (UdP) y de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos (UdU) se presentaron en el año 2022, en plena escalada de la inflación tras la invasión rusa de Ucrania. Posteriormente, en 2024, Facua y la Asociación de Consumidores ModeON presentaron escritos similares ante el superregulador, en los que alegaban que los grupos de distribución presentaban precios coincidentes en la leche expuesta en sus lineales.
Las denuncias fueron inicialmente contra Mercadona, Lidl y Bon Preu, aunque posteriormente se ampliaron a Alcampo, Carrefour, DIA, El Corte Inglés (Hipercor) y Aldi. La concertación de precios, según la denuncia, se habría producido en un periodo amplio, desde 2018 hasta septiembre de 2024. Por tanto, los acuerdos de precio abarcarían el periodo de gran crecimiento de la marca blanca frente a la marca de fabricante, especialmente intenso en la etapa inflacionista.
De hecho, algunos de los denunciantes señalaban precisamente ese factor, el crecimiento de la marca blanca y el poder del distribuidor para determinar la condiciones comerciales de compra y venta de leche a lo largo de la cadena, apuntando que una estrategia de precios bajos de la leche UHT MDD tiene efectos negativos en los productores, «el eslabón más débil de la cadena», que «difícilmente cubren los costes». La argumentación, en todo caso, poco importa, ya que la Sala de Competencia del Consejo del superregulador no ve motivos siquiera para incoar un expediente sancionador, que daría continuidad a las investigaciones y podría derivar en multas.
La secuencia de denuncias arrancó en 2022, contra Mercadona, Lidl y Bon Preu. Facua presentó su escrito en 2024, incorporando a Alcampo, Aldi, Carrefour, DIA, Eroski, Hipercor y manteniendo a Lidl y Mercadona. Ese mismo año, la Asociación de Consumidores ModeON y UdU ampliaban la denuncia de 2022 añadiendo las teóricas conductas colusorias de Carrefour, DIA y Alcampo. Los denunciantes fueron ampliando el periodo de la supuesta concertación de precios, pues si inicialmente era entre 2018 y 2022, en los últimos escritos se prolonga ya hasta septiembre de 2024.
Sin indicios de conducta abusiva
La entidad que preside Cani Fernández, en una resolución del pasado 11 de junio, decide archivar las actuaciones abiertas a raíz de las denuncias. Por lo tanto, descarta iniciar un procedimiento sancionador al no ver indicios de una infracción de la libre competencia ni de una conducta abusiva por parte de los operadores, que controlan la mayor parte del mercado español de distribución alimentaria. De hecho, Mercadona, Carrefour y Lidl son los tres mayores actores del sector.
Competencia considera que «el mero hecho de que se produzcan movimientos o estrategias concordantes por parte de varias empresas, como puede ser la coincidencia de PVP durante un determinado periodo de tiempo, no puede llevar a concluir automáticamente que dichas empresas hayan incurrido en alguna de las conductas colusorias” prohibidas por el artículo 1 de la LDC (Ley de Competencia)». Sugiere que tales paralelismos pueden derivarse de decisiones unilaterales de las empresas para adaptarse al entorno competitivo. «Para que la conducta estuviera incursa en la prohibición del artículo 1 LDC, el paralelismo de precios detectado debería responder a una concertación expresa o cuanto menos tácita, con el fin de promover una pauta común de comportamiento», añade.
Una dinámica de mercado: «Seguir al líder»
En esta línea, la entidad indica que tampoco puede concluirse de las denuncias ni de las conclusiones del informe elaborado por la UIE (Unidad de Inteligencia Económica de la CNMC) que la explicación de los paralelismos en los precios derive de la colusión de las empresas distribuidoras. «Antes al contrario, los alineamientos detectados son compatibles con un escenario de competencia entre los supermercados que, en un entorno inflacionario como el vivido en los últimos años, rivalizan por posicionar sus productos MDD a precios atractivos para seducir a los consumidores», zanja la resolución.
El propio informe de la UIE aporta indicios de que esta puede ser una explicación más verosímil ya que «refleja que la aproximación de precios
de la leche UHT MDD en los distintos supermercados tiene lugar, por regla general, con un decalaje de varios días». A juicio de Competencia, esto apunta a la teoría del líder-seguidor en un mercado de gran transparencia, es decir, una competencia en la que todos pueden establecer los precios de sus productos conociendo a cómo los venden sus rivales en el lineal y las variaciones que aplican. Según este razonamiento, los precios de la leche tenderán por propia dinámica a cierta convergencia sin necesidad de que se produzcan prácticas anticompetitivas.
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