Aumenta la presión en Bruselas para frenar el negocio de Temu, Shein y AliExpress en Europa

La Asociación Austriaca de Comercio Minorista y Greenpeace solicitan a la Comisión Europea que tomen medidas contra la “avalancha” de paquetes que llegan desde Asia que “perjudica a los comerciantes europeos, a los consumidores y al medio ambiente”

ilustración con capturas de las plataformas de Shein y Temu

Crece la presión en Europa para ponerle freno al modelo de comercio electrónico de gigantes asiáticos como Temu, Shein y AliExpress. La Asociación Austriaca de Comercio Minorista y Greenpeace han solicitado al Gobierno austríaco y a la Comisión Europea que tomen medidas contra la llegada masiva de paquetes de estas plataformas. 

Según argumentó el director de la asociación, Rainer Will, la “avalancha” de paquetes procedentes de Asia oriental “perjudica a los comerciantes europeos, a los consumidores y al medio ambiente”. 

Por su parte, la portavoz de Greenpeace en Austria, Ursula Bittner, añadió que «Shein y Temu inundan Europa con productos baratos que a menudo contienen sustancias químicas peligrosas», según recoge la agencia de noticias APA.

La ONG ecologista detectó sustancias químicas peligrosas en productos de estas plataformas, mientras que estudios en Suiza y Alemania cuestionan la calidad y seguridad de las mercancías.

El crecimiento de Temu y Shein en Austria

Aunque Amazon sigue siendo el líder del comercio electrónico en Austria, las plataformas chinas Temu y Shein ya se posicionan en cuarto y noveno lugar, respectivamente, en volumen de ventas en línea, según consultoras especializadas.

En 2024, llegaron a Europa 4.600 millones de paquetes con un valor inferior a los 150 euros, de los cuales dos tercios estaban mal declarados, según la Comisión Europea citados por la asociación comercial austríaca.

Estas plataformas, indican desde la asociación austriaca, operan bajo un modelo de envío directo desde almacenes en Asia al consumidor final, lo que les permite evitar aranceles gracias al umbral fiscal europeo que exime de impuestos a las compras inferiores a 150 euros.

Para aprovechar esta ventaja, los pedidos se dividen en envíos más pequeños que no superan ese límite, y frecuentemente –tal y como denuncian los minoristas austriacos– se etiquetan de forma incorrecta para eludir controles y reducir costes. Un modelo que otorga una “ventaja competitiva” frente al comercio europeo, que sí paga impuestos y aranceles y debe cumplir con los estándares sociales de la UE.

Medidas solicitadas

Tanto la asociación comercial austríaca como Greenpeace han solicitado la eliminación de la exención fiscal de 150 euros, el fortalecimiento de los controles en las aduanas, la imposición de tasas a los paquetes no declarados y sanciones para las plataformas que incurran repetidamente en estas prácticas.

El ministro de Economía, Wolfgang Hattmannsdorfer, expresó su apoyo a estas medidas, advirtiendo que “la avalancha de paquetes desde Asia es una grave amenaza” para el modelo social europeo y apoya abolir la exención. “Europa no puede ser un coladero de importaciones incontroladas”. 

En esa línea, Francia ha planteado la posibilidad de aplicar aranceles a los envíos procedentes de fuera de Europa, con la condición de que el coste sea asumido por las plataformas y no por los consumidores

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