Telefónica se agarra a Europa y Brasil con 279M más

La compañía aumentó en 279 millones la facturación de sus cuatro mercados clave, en los que ahora focalizará sus esfuerzos

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Han pasado nueve días desde la presentación de la nueva hoja de ruta de Telefónica, enmarcada en dejar de lado su mercado en casi toda Hispanoamérica y priorizar en seguir siendo fuerte en Europa y Brasil, plazas que aglutinan el grueso de la cifra de negocio del grupo.

Las del último año del grupo avalan el porqué de esta decisión. La suma de los ingresos conjunto de estos mercados (España, Reino Unido Alemania y Brasil) crecieron durante los primeros nueve meses del año (enero-septiembre) en 279 millones respecto al mismo periodo del año anterior. 

El mercado que más lo hizo fue Brasil, que aportó 162 millones más que durante los nueve primeros meses de 2018. Telefónica decidió excluir al país del spin off que va a llevar a cabo en Hispanoamérica, con el que agrupará sus dos divisiones, norte y sur, en una misma unidad de negocio.

El grupo decide seguir apostando fuerte pese a que todavía existen riesgos en el país. A mitad de año Telefónica contaba que el principal factor de incertidumbre al que se enfrenta Brasil es el de la sostenibilidad fiscal. Se trata de un aspecto que «el gobierno está abordando mediante la aprobación de reformas estructurales, entre las que destacan la reforma del sistema de pensiones o la tributaria, que no sólo garanticen ésta, sino que también eleven el crecimiento potencial del país», explicaba la compañía.

El presidente ejecutivo del Grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete (d), junto a la directora general de Finanzas y Control, Laura Abasolo (i), durante la rueda de prensa ofrecida por la empresa este jueves en Madrid, tras la celebración del Consejo

Otro factor que no pierde de vista Telefónica es el hecho de que la calificación del país se sitúe por debajo del grado de inversión y que las necesidades de financiación internas sean elevadas. «Supone un riesgo financiero añadido ante un hipotético escenario de estrés financiero global», añadían.

De momento, el grupo ya ha dado sus primeros pasos tras los cambios anunciados el 27 de noviembre. Telefónica Brasil, que opera con la marca Vivo, alcanzó un acuerdo con Telxius para la compra de 1.909 torres por 641 millones de reales, aproximadamente 140 millones de euros. 

La operación se enmarca en el plan estratégico del grupo. Telefónica quiere incorporar en Telxius, compañía de la que mantiene la mayoría accionarial, aunque compartido con otros accionistas (KKR y Pontegadea), parte de los 50.000 emplazamientos que pertenecen a las filiales, con el fin de luego monetizarlas, bien mediante una venta, salida a bolsa o acuerdo con terceros

Reino Unido no se vende

La posición de Telefónica en Reino Unido ha cambiado en los últimos años. La compañía aseguró en su presentación de resultados anuales de 2018 que ya no tenía la necesidad de vender su filial británica para reducir deuda.

El presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, puso como ejemplo una cifra para visualizar que sus argumentos eran de peso: el recorte de deuda de 12.000 millones de euros en los últimos tres años, que es casi la misma cantidad que habría percibido por la venta de O2 a Hutchison que fue frustrada por los organismos ingleses de competencia.

Telefónica ha recortado deuda en 12.000 millones en los últimos tres años, una cifra similar a la hipotética venta de O2

Telefónica en Reino Unido es un mercado «donde ahora registramos récords de ingresos», reconocía el presidente de Telefónica el mismo día. La compañía es «uno de los principales generadores de caja, por lo que no necesitamos vender. Nos sentimos muy cómodos, trimestre a trimestre, ya que tiene un perfomance cada vez mejor», añadió.

¿Los últimos resultados? Un incremento de la facturación en 52 millones, un 3% más que durante el tercer trimestre de 2018. «La compañía muestra una vez más su posición de liderazgo en el mercado y sigue siendo la red móvil favorita del Reino Unido con un sector líder en lealtad», explicaron los principales directivos de la compañía en la última presentación ante analistas.

España, buque insignia sin paliativos

El mercado nacional no fue el que más creció entre las plazas fuertes de Telefónica, pero siguió siendo el primer país para la compañía de telecomunicaciones. Representa aproximadamente una cuarta parte de todo el volumen de negocio del grupo, presente todavía en más de 11 países.

En un contexto de fuerte competencia y agresividad comercial, con cuatro operadores consolidados, Telefónica ha conseguido fijar su posicionamiento en España como compañía premium. Es la que tiene unos ingresos por usuario más elevado en el mercado (ARPU, por sus siglas en inglés), por delante de Orange y Vodafone, sus dos competidores inmediatos. 

Durante este tiempo tampoco ha perdido de vista el segmento del bajo coste. Lanzó O2 para competir con las low cost de MásMóvil (Pepephone), Vodafone (Lowi) y Orange (Simyio) y para retener a aquellos clientes que no buscan un servicio de valor, sino barato.

Ni una duda sobre Alemania

Sobre Alemania también han aparecido rumores de venta en el pasado que posteriormente han sido desmentidos. El presidente de Telefónica afirmó al periódico Handlesblatt el pasado año que si hubieran querido vender la filial alemana no habrían comprado el operador E-Plus al operador de origen holandés KPN. Dicho de otro modo, el país es, en palabras del propio Pallete, «estratégicamente importante” para el grupo.

En los últimos meses, la acción de la compañía en el país germano se ha resentido, un resultado al que Álvarez Pallete le quitó importancia y vinculó a tres sucesos. Uno de ellos fue la salida de KPN del capital de Telefónica Alemania, cuyo porcentaje en el capital social había llegado a ser del 20%. Sea como fuere, el rendimiento de la compañía en Alemania es positivo: aportó 1-865 millones de euros al grupo, mejorando en 35 millones el resultado anterior.

Telefónica amortiguó en Alemania los efectos de la compra de Unitymedia por parte de Vodafone

Las otras turbulencias que Telefónica Deutschland ha tenido que pilotar terminaron en verano. La operación con la que Vodafone adquirió Unitymedia, filial de Liberty Global, en Alemania y otros operadores de cable pequeños en otros países europeos, contó con la oposición de Telefónica por los efectos que podría tener en el mercado.

Finalmente, a finales de marzo de 2019, la Comisión Europea presentó un pliego de cargos contra la fusión e identificó una serie de problemas de competencia en varios mercados.

Con el objetivo de eliminar dichos problemas, Vodafone tuvo que firmar un acuerdo con Telefónica Deutschland para el acceso mayorista a la red de cable de Vodafone y Unitymedia. Esta y otras rectificaciones permitió que, en julio de 2019, Bruselas autorizara finalmente la fusión y, por tanto, también la efectividad del acuerdo de acceso de cable mayorista.

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