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Zara cumple 50 años: de la primera tienda de Amancio Ortega en A Coruña a la última de su hija Marta en China
En medio siglo, Inditex ha pasado de uno a 5.563 puntos de venta en todo el mundo

Amancio Ortega sobre la primera tienda de Zara en A Coruña y Marta Ortega, con el edificio sobre el que se construirá el Zara más grande del mundo en Amberes. Foto: Pablo Ares Heres
Zara cumple 50 años y, en medio siglo, lo importante en la firma estrella de los Ortega sigue siendo “el escaparate”. En mayo de 1975 la marca nacía con una primera tienda ubicada en los números 64-66 de la céntrica calle coruñesa Juan Flórez. Hoy en día, con seis enseñas más a las espaldas, Inditex, que se constituiría como grupo una década después, en 1985, suma 5.563 puntos de venta en todo el mundo. Es el último dato oficial conocido, el de principios de febrero. Desde entonces hasta ahora, el gigante de Arteixo ha abierto más establecimientos, uno de los últimos, su gigantesca flagship en Nanjing, China. La llaman la tienda del futuro, pero lo cierto es que tanto en la etapa de Amancio Ortega como en la de ahora, con su hija Marta al frente, el ADN de la compañía no ha cambiado mucho. Lo importante en el imperio de Arteixo está en lo que se enseña en la tienda: en la física y en la online.
Este viernes está previsto que Inditex dé a conocer la remodelación que ha experimentado en estos últimos meses la primera tienda de Zara. De momento, los de Arteixo han guardado el secreto, aunque ha trascendido que el establecimiento contará con un Zacaffé, un servicio de cafetería puesto en marcha el año pasado y que comienza a ganar presencia en los grandes establecimientos de la marca. Nace como una suerte de complemento para acompañar el proceso de venta del cliente. Un empeño en esta nueva etapa, tres años después de la marcha de Pablo Isla, con la multinacional liderada por el tándem entre Marta Ortega, presidenta no ejecutiva, y su CEO, Óscar García Maceiras.
Las tiendas del futuro
En la actualidad, comprar en Zara ha de ser una experiencia casi inmersiva, no solo con la total integración entre la tienda física y online, algo que ya se impulsó en la etapa de Pablo Isla al frente de la presidencia, sino con un acompañamiento total al cliente para una compra pausada y, previsiblemente, más grande. En una gran tienda de Zara uno no solo puede comprar ropa, también tomar café, maquillaje, perfumería y ropa interior. Las prendas de la principal enseña del grupo ya no cuentan con alarmas plásticas, sino con invisibles chips contenidos en un hilo. Además, desde principio de año se prueba en cuatro tiendas de la geografía española un moderno dispositivo de cobro que permite el desalarmado del producto y que el cliente pueda pagar en cualquier lugar de la tienda, sin tener necesidad de pasar por caja. Una gran boutique, con un acompañamiento personalizado.
De las últimas tiendas de la cadena, el lujoso establecimiento chino cuenta con todo eso, además una zona de experiencia omnicanal, con Zara Salon, un espacio que unirá prendas exclusivas y mobiliario de Zara Home y que contará con ediciones limitadas, además de Zara Fit Check, otro espacio que permitirá a los clientes probarse y grabarse con las últimas propuestas de la marca.
Este macroestablecimiento también posee las primeras máquinas expendedoras de ropa de Zara, una suerte de vending en cuyo interior hay principalmente camisetas y básicos que buscan ofrecer una compra rápida y ágil, de nuevo, sin colas en la caja.
Una tienda, la de Nanjing muy diferente a esa primera que hace 50 años Amancio Ortega inauguró en A Coruña, pero con la clave de la atención al cliente. Junto con Rosalía Mera, fue en 1975 cuando el veterano empresario abrió las puertas del primer Zara del mundo en A Coruña, en la calle Juan Flórez, a escasos 200 metros de la camisería Gala, donde comenzó su trayectoria laboral, de adolescente, despachando y haciendo repartos.
Recuerda Covadonga O´Shea en la obra Así es Amancio Ortega, una biografía no autorizada –como todas las publicadas– pero la considerada como más oficialista, que de Gala pasaría a La Maja, en donde conoció a Rosalía Mera. El siguiente paso sería el nacimiento de GOA, compañía que impulsó junto a su hermano Antonio, su cuñada y su primera mujer y que se dedicaba a la fabricación de las famosas batas de boatiné de la época. En tan solo una década pasó a contar con más de 500 trabajadores. No obstante, el germen del imperio textil, cuando Ortega Gaona decidió apostar por la distribución, se encuentra en la tienda de Juan Flórez, que este viernes reabre con gran expectación.
«Desde que empecé a trabajar tenía una idea que me obsesionaba: ¿por qué no puedo inventar algo diferente a todo lo que hay en el mercado?», dice Ortega en una de las muchas citas textuales del fundador de Zara que se recogen en el libro de O´Shea.
Explica también el periodista Xabier R. Blanco, autor, junto a Jesús Salgado, del libro De cero a Zara (Esfera de los libros), que Amancio Ortega siempre prestó mucha atención al escaparate de las tiendas, para él, en aquel momento, el gran reclamo para la venta. “Los primeros escaparates de Zara eran muy comentados en la ciudad. Un día la clientela se sorprendía con una granja, otro una barra de un bar envejecida, tipo taberna irlandesa, una reproducción de un puerto. Creía que el escaparate, entonces, era el 90% de la venta”, expone.
El escaparate de Marta Ortega
La apuesta innovadora se mantiene 50 años después, pero en distintos formatos y con la impronta propia de la hija de Amancio Ortega y Flora Pérez Marcote. Además de la inauguración este viernes de la nueva primera tienda de Zara, la compañía ya ha anunciado un evento en su página web a cargo de Steven Meisel, uno de los grandes fotógrafos de la moda contemporánea. En 2023 ya firmó una colección cápsula y una campaña con alguna de las grandes top models de los últimos años. Además, fue uno de los grandes protagonistas de las exposiciones organizadas en A Coruña por la Fundación Marta Ortega Pérez (MOP).
Cincuenta años después, la oferta del Zara de Marta Ortega coquetea con las grandes colecciones y fotógrafos del mundo de la moda, así como con las más nuevas tecnologías, aunque, en esencia, la clave sigue estando en la tienda. «Todas nuestras tiendas físicas y plataformas online están integradas formando un único entorno comercial. Cuidamos al detalle todos los puntos de contacto de nuestras marcas con el cliente: diseños de vanguardia, espacios sofisticados y tecnología innovadora para ofrecer la mejor experiencia del cliente. Buscamos continuamente cómo mejorar nuestras tiendas –situadas en los ejes comerciales más exclusivos del mundo y con todos los avances tecnológicos–, al tiempo que lanzamos propuestas innovadoras con editoriales de moda de alto nivel para nuestro comercio electrónico”, explica Inditex en su última memoria anual.
Los Zara que vienen
Zara celebra su aniversario modernizando su tienda inaugural en A Coruña si bien es cierto que, hoy en día, por sus dimensiones, no representa la estrategia por la que apuesta la compañía, con grandes establecimientos de varios pisos en zonas prime de las ciudades (desde hace años, cada vez, Inditex también ha ido reduciendo su presencia en centros comerciales).
Esta misma semana, la compañía anunció la ubicación del que será el Zara más grande del mundo (al menos de momento). La firma insignia de Inditex explotará el espacio comercial del proyecto arquitectónico Meir Corner, en Amberes, un espacio ubicado en la calle con mayor tránsito comercial de Bélgica.
Los responsables del proyecto, Tans Urban Landmarks y Urbicoon, han firmado un acuerdo con el grupo textil gallego para ocupar un espacio 14.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas dentro de un complejo que 28.000 metros cuadrados donde convivirá con el campus de la Facultad de Ciencias Aplicadas y Artes de la Universidad Karel de Grote.
El proyecto Meir Corner estará acabado a mediados del año que viene, en 2026. Habrán pasado entonces 38 años desde que Zara inició su reto global, con la apertura de las primeras tiendas fuera de España en Oporto, Nueva York y París.
Día en bolsa
El cumpleaños de Zara llega con la compañía alzándose como la firma de mayor cotización en el Ibex con una capitalización que ronda los 144.000 millones de euros, pero en una etapa bajista en bolsa, después de que, el pasado marzo, sus resultados anuales, aunque de récord, no convenciesen al mercado al no poder alcanzar un crecimiento de doble dígito.
La acción ha retrocedido cerca de un 7% con respecto a finales del año pasado. Será en junio cuando la multinacional presente los resultados correspondientes a su primer trimestre fiscal. Los analistas no esperan un gran crecimiento con respecto al pasado ejercicio, en línea con el resto del sector, debido a los tipos de cambio, la climatología adversa en Europa y la guerra arancelaria. Ese mes, en cualquier caso, la multinacional de Arteixo volverá a estar de aniversario. Los 40 años de Inditex.