El lácteo también apuesta al verde: así logran Grille y E.nova reducir la factura eléctrica

Una planta fotovoltaica instalada en la cubierta de una granja de Mazaricos garantiza un autoconsumo sostenible con el que los ganaderos logran un ahorro de más del 20% en las facturas

Instalación fotovoltaica en Grille, una cooperativa láctea de Mazaricos

De la mano de E.nova, la cooperativa láctea Grille ha logrado poner en marcha una comunidad energética pionera en el rural gallego

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Proyecto renovable y pionero en el sector agroganadero gallego. La sociedad cooperativa Grille, fundada en la década de los sesenta por nueve familias de Mazaricos y que tiene una producción superior a los 20.000 litros de leche al día, ha constituido una innovadora comunidad energética de fuentes renovables. Lo ha hecho de la mano de E.nova Enerxía, que ha instalado en sus cubiertas una planta fotovoltaica.

El objetivo es tan sencillo como ambicioso: constituir una comunidad energética en un sector donde aún no es habitual, el agroganadero. La idea es llegar a producir, consumir, almacenar y vender su propia energía renovable, así como compartir su producción en el seno de esa comunidad.

¿Qué es una comunidad energética?

La fórmula empleada por Grille es relativamente desconocida en el sector. Las comunidades energéticas son entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria. La pretensión con este proyecto es la de alcanzar una cierta independencia energética que, además, facilite el ahorro en las facturas individuales y pueda dar una mayor seguridad a estos ganaderos ante los vaivenes de los precios eléctricos.

La experiencia puesta en marcha en Mazaricos es la de una comunidad energética que, además, presenta una decidida apuesta sostenible, entroncando con los objetivos de descarbonización que se recoge en la normativa europea que legisla estas figuras.

Cómo reducir la factura eléctrica

Grille cuenta en este momento con una planta fotovoltaica en las cubiertas de su granja de 38 Kwp, que se ampliará en una próxima fase hasta los 80 Kwp. Simplemente con la cifra de producción inicial, la cooperativa cubre un 35% de su consumo anual energético con una fuente renovable y sin emisiones. “La energía solar que se produce en las cubiertas de la cooperativa implica hoy por hoy un ahorro del 20% en las facturas de esta primera fase de la comunidad energética”, explican.

“En Grille, que es una cooperativa en la que trabajamos doce personas, en la que contamos con más de 600 cabezas de ganado y realizamos cuatro ordeños por jornada, precisamos unos 10.000 KW al día”, explica Pablo Suárez, de Grille SCG, que añade que la reducción en las facturas “supera, por el momento, los más de mil euros” en un contexto de encarecimiento de la luz. El principal gasto energético se deriva del enfriamiento de la leche en un depósito de 30.000 litros, muy por encima del consumo que implican los sistemas de ventilación, de riego o de la propia sala mecanizada de ordeño. “La experiencia que estamos teniendo en Grille nos indica que estas instalaciones son el futuro para el sector” sentencia Pablo Suárez.

Los paneles de fotovoltaica en Grille administran energía a través del sistema de autoconsumo remoto a Granxabar SCG, unión de cooperativas ganaderas de las comarcas de O Xallas y Barcala, que incluye entidades asociadas de los municipios de Mazaricos, A Baña, Negreira y Santa Comba. La energía producida desde Grille aporta actualmente una cobertura próxima al 40% del consumo y proporciona un ahorro cercano al 30%.

La clave: un acuerdo de PPA

La experiencia de Grille ha sido posible gracias al acuerdo con E.nova Enerxía, una energética con capital gallego que está especializada en energías renovables y en el impulso de estas comunidades energéticas.

La cooperativa se acoge a un modelo de PPA, los acuerdos de suministración a medio y largo plazo de energía a los que están recurriendo los grandes consumidores industriales para tratar de reducir su factura. En este aso, el cliente no realiza la inversión inicial y paga por la energía consumida desde la planta, pero a un precio pactado más reducido que el de comercialización de electricidad. Grille ahorra desde el primer momento y, además, en este caso, tiene la posibilidad de hacerse con la propiedad de la planta en el momento en el que venza el plazo de PPA.

Economía Digital Galicia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp