Feijóo, decisivo en las batallas internas del PP de Galicia un año después de su marcha

Génova ha participado activamente en la batalla de Ourense, que acabó con Manuel Baltar fuera de la Deputación y con un pacto con Gonzalo Pérez Jácome

Alfonso Rueda, Alberto Núñez Feijóo y, en primer plano, Francisco Conde

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Alfonso Rueda celebró en mayo el primer año al frente del PPdeG, tarea que asumió por la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid para relevar al defenestrado Pablo Casado y que conllevó también el ascenso del dirigente pontevedrés a la presidencia de la Xunta. La primera gran prueba de fuego a su liderazgo fueron las municipales. La recuperación de la Alcaldía de Ferrol y de la Deputación de Pontevedra, su provincia, dan crédito suficiente al nuevo líder en Galicia como para llegar sin cuestionamiento interno a la batalla por la Xunta, a lo que se suma la mejora general en los resultados del PP, al obtener 50.000 votos más que en 2019.

Las elecciones municipales sirvieron también de escenario para las primeras crisis internas de la nueva etapa, que tuvieron dos denominadores comunes: su ubicación en Ourense y la intervención de Génova. Una de ellas es la salida de Manuel Baltar de la Deputación provincial y su previsto cese como líder del PP ourensano, capitulación que obligará al partido a celebrar un congreso, previsiblemente, entre las generales del 23-J y las autonómicas gallegas, que tocan en 2024.

El barón ourensano llevaba tiempo recibiendo presiones desde Madrid, más intensas a raíz de la multa de tráfico por conducir a 215 kilómetros por hora el coche oficial y el procedimiento por un delito contra la seguridad vial. Génova le había trasladado que debía apartarse, mientras se sucedían las filtraciones a los medios para vincularlo con presuntos casos de corrupción.

Los malos resultados de las municipales, en los que el PP no logró la mayoría en la ciudad ni Baltar obtuvo la absoluta para garantizarse la Deputación, aceleraron la salida del barón ourensano, que vivió en segunda línea la negociación con Gonzalo Pérez Jácome.

El pacto que nadie quería

El acuerdo entre Democracia Ourensana y el PP para repartirse los gobiernos de la Deputación y del Concello de Ourense se fraguó en una negociación contrarreloj en la que se obvió a la dirección local del partido. De hecho, Manuel Cabezas anunció su dimisión al día siguiente del pleno de investidura que dio inicio al segundo mandato de Jácome. En la negociación intervino Paula Prado, la secretaria de organización del PPdeG, y también Miguel Tellado, el escudero que Feijóo se llevó a Madrid para nombrarlo vicesecretario con base de operaciones en Génova. El ferrolano jugó un papel decisivo ante las dificultades que estaba teniendo Prado para llegar a un entendimiento con Jácome.

Una vez cerrado el acuerdo, el partido está ahora descabezado en la provincia de Ourense, sin referente en la ciudad y en la provincia, y a la espera de una renovación de liderazgos en la que parece que tendrán un importante papel tanto los baltaristas como la dirección de Santiago.

Feijóo fuerza la remodelación de la Xunta

El fin de semana anterior a que se conocieran las listas del PP a las generales, Alberto Núñez Feijóo vino a Galicia a la junta directiva del PP. No es extraño que lo haga, ni tampoco habitual que el líder del partido acuda a las citas de la dirección autonómica. Después de esa visita, se conoció que el vicepresidente Francisco Conde, la conselleira Rosa Quintana y el portavoz parlamentario Pedro Puy se irían a Madrid, lo que obligó a Alfonso Rueda a realizar su primera remodelación en el Ejecutivo.

En los días siguientes se produjo la renuncia de Baltar a la Deputación de Ourense y la confirmación del delegado territorial de la Xunta, Luis López, como nuevo presidente de la Deputación de Pontevedra. No era él la primera opción de Alfonso Rueda, que había apostado por Marta Fernández-Tapias para ocupar ese puesto. Sin embargo, las discrepancias de varios alcaldes con el nombramiento de la última candidata popular al Concello de Vigo cambió los planes del presidente autonómico. En este caso, nada tuvieron que ver Feijóo y Génova en las negociaciones, en las que acabó imponiéndose el poder local. Para que Luis López se convierta en presidente de la Deputación tuvieron que renunciar 16 integrantes de la lista del PP en Rodeiro, de manera que pudiera recoger su acta de concejal.

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