La Defensora del Pueblo investiga la mina de oro de Corcoesto
Soledad Becerril solicitó a la Xunta información sobre el proyecto debido a la acumulación de arsénico en la zona

Las dudas sobre el impacto ambiental de la mina de oro que pretende explotar Edgewater Exploration en Corcoesto han llegado a Madrid. La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha solicitado a la consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta información sobre el proyecto, “su realidad y demás circunstancias concurrentes en el presente supuesto”, según comunicó en una carta remitida a la consellería.
Becerril está preocupada por los niveles de arsénico en la zona donde se implantará la mina a cielo abierto, que han afectado ya al río Anllóns. Así lo demuestra un estudio elaborado por la Universidade de Vigo y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en donde se explica que la antigua mina de oro duplicó el arsénico presente en el río a su paso por Corcoesto.
El estudio, difundido por la Sociedad Galega de Historia Natural, uno de los colectivos más activos contra el proyecto de Edgewater, generó inquietud en la Defensora del Pueblo, que procedió a solicitar información a la Xunta.
Valedor do pobo
Las diligencias iniciadas por la institución estatal se suman a las emprendidas por el Valedor do Pobo, que también investiga la incidencia de la mina de oro tras recibir varias quejas dirigidas a la institución. A través de un comunicado, el Valedor, que preside en funciones José Julio Fernández, explica que detectó «gran preocupación» entre los vecinos tras conocerse un informe de la Universidade de Vigo en el que se alude a las «elevadas concentraciones de arsénico» en el río Anllóns, a su paso por Corcoesto, y en su camino hacia la desembocadura en la ría de Corme-Laxe y el estuario del río.
En las quejas presentadas también se alude a las “dificultades” para acceder a la información sobre el proyecto, que la Xunta entendió como ambientalmente viable en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), así como a la «falta de información personal» y consulta a los propietarios de las fincas afectadas por la explotación.
CCOO se posiciona en contra
Mientras las investigaciones prosiguen, la balanza de partidarios y detractores al proyecto sigue sumando nuevas unidades. El sindicato Comisiones Obreras ha manifestado este viernes su rechazo a la mina de oro. Fundamenta su decisión en el impacto ambiental que provocará la explotación, aunque también hace referencia a la escasa duración de los puestos de trabajo que generará, en torno a 271 si hablamos de empleo directo. El sindicato advierte que en las “minas auríferas” una vez que finaliza el periodo de construcción de infraestructuras y preparación del terreno, “la mecanización y la llegada de mano de obra especializada provocan un descenso dramático de las contrataciones, especialmente en el ámbito local”.
La explotación de Edgewater, que todavía está pendiente de la autorización definitiva de la Xunta, también ha sumado apoyos. Entre ellos, la plataforma Corcoesto Sí, Mina Sí, o la Asociación Galega de Empresas Excavadoras, que han defendido el empleo y el dinamismo económico que generará el proyecto.