Así se vive en la ciudad más fría del mundo

En Oymyakon, en la Siberia rusa, el frío supera los -50 grados en invierno. Amos Chapple retrata cómo es vivir con el clima polar más extremo del planeta

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Parece una broma, pero “Oymyakon”, en idioma yakuto, significa ‘agua que no se congela’. El nombre de esta ciudad en el corazón de Siberia debe ser lo único que no queda rodeado de una gruesa capa de hielo, porque no hay elemento vivo o artificial que quede a salvo de las temperaturas extremas del invierno, en este lugar que tiene el poco feliz cetro de ser el sitio poblado más frío del mundo.

En Oymyakon viven menos de 500 personas. Es un pequeño enclave que creció gracias a la explotación del diamante en las cercanías. A casi mil kilómetros se encuentra Yakutsk, la capital de la región de Sakha, donde las temperaturas son ‘un poco’ menos duras: si en el pequeño poblado el frío promedia los -50 grados en invierno, en la metrópoli de 300.000 habitantes merodea los -30 grados.

Ante el frío, sonrisas

El fotógrafo Amos Chapple se encargó de retratar la vida cotidiana de estos parajes extremos. Su punto de partida fue Yakutsk, donde percibió a sus habitantes como amables y con buen gusto para vestir. Claro, los tapados de pieles de animales son una de las pocas opciones para combatir el castigo del termómetro.

La temperatura de Oymyakon es de -50 grados casi todo el invierno…que dura nueve meses

El té ruso, el eufemismo para nombrar al vodka, es el combustible que mantiene los cuerpos animados. En Yakutsk se pueden conseguir alimentos enlatados como en cualquier supermercado ruso, pero en Oymyakon la dieta se restringe al pescado crudo, el hígado de caballo o la sopa de carne. Ni hace falta refrigerador: un pez se congela a los 30 segundos de salir del agua. Y tener la leche líquida es inconcebible.

Siberia

Este frío extremo obliga a que los vehículos estén siempre con el motor encendido si no quieren que el combustible se convierta en hielo, y las gasolineras abren las 24 horas para abastecerlos. Para compensar el duro trabajo, cada mes los empleados trabajan dos semanas y otras dos semanas descansan.

El récord de los récords

Cuando se llega a Oymyakon, una placa junto a un busto de Lenin recuerda que en este paraje se registró la temperatura más baja en un lugar habitado: -71,2 grados, en 1924. Según Chapple, los habitantes de etnia yakutska carecen de la nostalgia comunista-imperial que caracteriza a muchos rusos de Siberia. Sin embargo, en este pequeño pueblo le fue imposible entablar una conversación profunda: los únicos que se aventuran a salir al exterior rápidamente se introducen en sus coches o casas, y a lo sumo, sólo alguien pasado de vodka y con ganas de pelea transita las calles sin rumbo fijo.

En esta región un pescado se congela a los 30 segundos de sacarlo del agua

Chapple apenas podía hacer equilibrio en el hielo que impregna las calles, y sus fotos tenía que tomarlas rápidamente antes que se congelen los mecanismos de la cámara. Incluso tenía que aguantar la respiración, porque el aliento era tan espeso como el humo de un cigarro, describe a Business Insider.

yakutsk fur beauty

El agua no puede circular por cañerías porque se congela, por lo que los baños suelen consistir en letrinas instaladas en el exterior. Toda una tortura fisiológica.

La razón del frío extremo reside en una rareza climatológica: Oymyakon se encuentra entre dos cadenas montañosas, y el frío queda atrapado en el valle. Pero como el aire frío es más pesado, cae a la ciudad por un fenómeno de inversión térmica: o sea, en las alturas de las montañas la temperatura no es tan extrema como en este pueblo, el lugar habitado más frío de la Tierra.

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