El sistema de bicicletas compartidas genera más de 300 millones anuales en beneficios sociales en Europa
Serveo, Nextbike y Lime, los operadores que lideran en España un sector que evita 46.000 toneladas de CO₂ al año y mejora la salud pública

El bikesharing o sistema de bicicletas compartidas se ha consolidado como uno de los motores de la movilidad urbana en Europa. Según el informe ‘Rendimiento de inversión de las bicicletas compartidas’, elaborado por EY junto a Cycling Industries Europe (CIE) y EIT Urban Mobility, estos sistemas generan más de 305 millones de euros anuales en beneficios derivados de mejoras en la salud pública, reducción de emisiones, descongestión del tráfico y creación de empleo local.
El estudio concluye que cada euro invertido produce un retorno social del 10 %, cifra que podría elevarse al 75 % en 2030 si aumenta el apoyo institucional. De hecho, con ese horizonte, CIE y las principales operadoras públicas y privadas europeas han firmado el primer un manifiesto conjunto para pedir al Gobierno que incluya este medio de transporte en el Plan Nacional del Fondo Social para el Clima (FSC) y alcanzar las 100.000 bicicletas compartidas en España en 2030.
En este escenario, España cuenta con varios operadores clave para la movilidad sostenible. Serveo, por ejemplo, es responsable de más 22.000 bicicletas y casi 1.700 estaciones en siete ciudades, situándose entre los mayores gestores de bikesharing de Europa. La compañía está detrás de los dos principales sistemas españoles: BiciMAD en Madrid —8.847 bicicletas eléctricas y 629 estaciones— y Bicing en Barcelona —7.608 bicicletas y 525 estaciones—. También impulsa proyectos como Bizi Zaragoza (2.500 bicicletas y 276 estaciones), Bilbaobizi (790 y 48, respectivamente, y que llegará a 1.250 bicicletas y 68 estaciones el próximo año), además de servicios en A Coruña, Valladolid o Rivas-Vaciamadrid. De hecho, el ranking europeo en número de viajes por bicicleta y día (un indicador que mide la eficiencia de cada vehículo disponible) del CIE, lo lideran dos capitales españolas, Bilbao y Barcelona, que ocupan la primera y segunda posición respectivamente, con BilbaoBizi y Bicing.
Otro operador destacado es Nextbike, presente en más de 36 municipios, con sistemas como AMBici en el área metropolitana de Barcelona (hasta 2.500 bicicletas eléctricas), BiciPalma, Getxobizi, Bizkaibizi, Mislata o Santanderbici, además de Arteixo, León, Ibiza, Córdoba u Ontinyent. Les sigue Lime, que opera actualmente en España con una flota estimada de unas 1.200 bicicletas eléctricas compartidas, concentradas sobre todo en Barcelona (unas 500 unidades) y Sevilla (unas 700). Su flota pertenece a la cuarta generación de e-bikes (Gen4), con anclajes electrónicos y geolocalización, y forma parte de su estrategia europea de micromovilidad eléctrica junto a patinetes y otros vehículos compartidos.
En otras grandes capitales europeas, como París, el sistema de transporte público Vélib’ (el mayor de Europa) registró en 2024 más de 49 millones de trayectos, de los cuales cerca del 60% se hicieron en bicicleta eléctrica. En Londres, el auge del modelo “dockless” (sin estaciones fijas) sumó 29 millones de viajes en un año, situando a la capital británica en el epicentro del crecimiento del sector.
Según el informe, los sistemas de bikesharing evitan 46.000 toneladas de CO₂ al año, previenen 1.000 casos de enfermedades crónicas y ahorran 40 millones en costes sanitarios. Además, recuperan 760.000 horas perdidas en atascos (30 millones de euros en productividad) y mantienen más de 6.000 empleos directos.