El Tribunal de Cuentas tumba la medida estrella de Sánchez en vivienda en Madrid: Campamento no llegará hasta 2031

Montaje realizado por Economía Digital.
La ambiciosa promesa de Pedro Sánchez en materia de vivienda pública ha recibido un golpe demoledor. El Tribunal de Cuentas ha puesto en evidencia que la Operación Campamento, uno de los proyectos más emblemáticos del actual gobierno, no verá la luz hasta 2031, un retraso significativo con respecto a las expectativas iniciales.
Este proyecto, concebido como la gran apuesta de Sánchez para aliviar la presión del mercado inmobiliario en Madrid, se ha visto atrapado por los meandros burocráticos y las dificultades inherentes a su enorme magnitud, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad del Ejecutivo para cumplir con las promesas de vivienda en la capital.
La Operación Campamento, que transformará una vasta extensión de 2,1 millones de metros cuadrados de terrenos militares en el suroeste de Madrid, se concibió como una solución a la escasez de vivienda pública en la capital, con la construcción de más de 10.000 viviendas, el 65% de ellas de protección pública.
Se prometía que las primeras viviendas estarían disponibles para los madrileños a finales de 2027, un horizonte optimista que ahora se ha desplomado con las últimas previsiones.
La fiscalización del Tribunal de Cuentas, publicada recientemente, ha desvelado que el proyecto, que arrancó con fuerza hace más de una década, no verá su fase de edificación hasta bien entrada la próxima década.
Aunque Sepes, la entidad pública encargada del proyecto, había previsto el inicio de la urbanización para finales de 2025, el inicio de la construcción de las viviendas no se contempla hasta 2028, con las primeras entregas programadas para 2031.
La operación comenzó con la firma de un acuerdo en 2001 entre el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma de Madrid, pero fue en 2005 cuando se materializó en el Protocolo de Actuación que sentó las bases de lo que sería uno de los desarrollos urbanos más grandes de la historia reciente de la ciudad.
La realidad ha sido muy distinta a las expectativas, y el proyecto ha ido arrastrando retrasos que han afectado su ejecución.
El primer obstáculo significativo se produjo en 2013, cuando el Tribunal Supremo anuló el Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) de Madrid de 1997, lo que detuvo el avance del proyecto.
Desde entonces, el ritmo ha sido lento, con una fase de estancamiento que se extendió desde 2014 hasta 2022, cuando se retomaron las iniciativas gracias a un acuerdo con el Ministerio de Vivienda.
Como se ha confirmado con la última fiscalización, el desarrollo sigue detenido por los complejos trámites administrativos y las licitaciones, que avanzan a un ritmo mucho más lento que el marcado por los responsables políticos.
Para el gobierno de Sánchez, la Operación Campamento representaba mucho más que un simple proyecto urbanístico.
Era la medida estrella en su política de vivienda, una apuesta por solucionar la escasez de viviendas protegidas en la capital, uno de los problemas más acuciantes para los madrileños.
A medida que los plazos se alargan, la promesa de que las primeras viviendas estarían listas para 2027 se desintegra, dejando un reguero de dudas sobre la capacidad del Ejecutivo para cumplir con sus objetivos en materia de vivienda pública.
A pesar de que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha defendido repetidamente que el proyecto está «en marcha» y que «lo más difícil ya está hecho», lo cierto es que los plazos de ejecución siguen siendo una gran incógnita.
La ministra, en un intento por mitigar las críticas, ha afirmado que los trabajos de urbanización, aunque complejos, no deberían demorar demasiado.
La experiencia acumulada durante estos años sugiere lo contrario: los procesos de recalificación, urbanización y construcción en Madrid son notablemente más lentos de lo que indican los discursos institucionales.
Campamento, el impacto del retraso
El impacto de este retraso no es menor. Para muchos madrileños que han depositado su esperanza en la Operación Campamento, la noticia de que las primeras viviendas no estarán listas hasta 2031 es un golpe considerable.
La crisis de vivienda en Madrid, que lleva años golpeando a las familias más vulnerables, sigue siendo un problema de primera magnitud.
La falta de vivienda asequible es uno de los principales desafíos que enfrenta la capital, y la demora en la puesta en marcha de Campamento solo agrava la situación.
A pesar de que el gobierno sigue asegurando que la Operación Campamento es una pieza clave para la regeneración de la zona suroeste de la ciudad, los ciudadanos afectados por la falta de vivienda no pueden permitirse esperar tanto tiempo.