Boi Ruiz pone al límite este verano a los hospitales públicos catalanes

Las protestas en los centros de salud del ICS se suceden a medida que se conoce el impacto real de los recortes

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La tensión en los hospitales del Institut Català de la Salut aumenta. Los recortes de este año –se sitúan sobre el 1% del presupuesto del departamento de Salud, unos 88 millones, además de la exigencia de cumplir con los límites de déficit– y la derivación de pacientes a hospitales privados ha encendido los ánimos de los trabajadores y de los pacientes. A medida que llega el verano y los consecuentes cierres de plantas y quirófanos, las protestas se agudizan. Mientras tanto, el conseller del ramo, Boi Ruiz, niega la mayor y asegura que el presupuesto es exactamente el mismo, además de aseverar que se está realizando más actividad hospitalaria.


“A partir de este lunes empezará la escabechina. Se reducirá personal y se reducirá el horario de otros tantos. Estamos al límite”, explica la vicepresidenta de Metges de Catalunya, Teresa Fuentelsaz. Esta doctora conoce de primera mano lo que está ocurriendo en los hospitales públicos catalanes ya que es la responsable sindical en el Hospital de Bellvitge, uno de los principales centros sanitarios de Catalunya. Las protestas en este recinto han sido el principal ariete de la lucha contra los recortes en los últimos días. Trabajadores y pacientes se han encerrado en tres plantas del edificio para impedir su clausura. Además de Bellvitge, los sindicatos han alertado durante los últimos días de que el departamento de Salut planea cierres de camas en los ochos hospitales del ICS. Ésta es su situación.

Bellvitge y Vall d’Hebrón

En cinco años, Bellvitge ha pasado de 318 millones de euros de presupuesto a los 270 millones actuales. Como consecuencia, la dirección ha recortado en material, personal y servicio. Una reducción presupuestaria que se traduce en un 30% de las instalaciones cerradas y con listas de espera en urgencias que pueden llegar a las 30 horas, según Comisiones Obreras (CCOO) Los cierres previstos este año serán entre 200 y 220 camas de un total de 600. Lejos quedan las 825 camas de las que disponía el centro en 2010.

Otro de los hospitales públicos de referencia en Catalunya, Vall d’Hebrón, ha visto como en un año perdía ocho millones de inversión. Menos presupuesto y más actividad. Este verano, la dirección cerrará de manera progresiva hasta tres plantas y media, distribuidas entre el edificio general, el área materno-infantil y las instalaciones de trauma. El cese de actividad se traducirá en unas 120 camas menos, explican fuentes de CCOO.

Viladecans y Can Ruti

El hospital de Viladecans, referente para 180.000 vecinos del Baix Llobregat, también sufre los recortes del ICS. La dirección quiere cerrar dos de las cinco unidades que tiene disponibles, lo que provocará el colapso, según vaticina Juanma Martín, del sindicato Satse. “Si vuelve a pasar, sacaremos nuestra fuerza a la calle y lo daremos a conocer”, explica el profesional. El presupuesto de 2014 se mantiene fiel al de 2013: unos 36,2 millones de euros.

Los sindicatos aún desconocen el número de camas que se cerrarán este verano en el hospital Hermanos Trias i Pujol, conocido popularmente como Can Ruti. Están pendientes con lo que pueda ocurrir. Sobre todo, porque Salut ha derivado un alto número de pacientes en el Hospital General de Cataluña, propiedad del gigante del sector IDC Salud.

Trueta y Arnau de Vilanova

Por su parte, el personal sanitario del hospital Josep Trueta de Girona sigue a la espera de conocer el presupuesto de 2014. Lo único que le ha trasladado la dirección hasta la fecha es que la cifra es levemente inferior a la de 2013 (140 millones). Hasta que conozcan el estado real de las cuentas del centro, los 1.200 empleados atienden a los pacientes con 40 camas menos de las 350 que había en 2013 y el cese de la actividad quirúrgica durante la tarde, explica David Oliver, miembro de Satse.

En Lleida, el ICS planea cerrar 120 camas de 455. “La cifra es un poco más baja que la del año pasado pero tiene trampa. Este curso han cerrado unidades que el verano pasado sí estaban abiertas”, explica Amparo Loren, de CCOO. La sindicalista asegura que el tijeretazo tendrá un efecto directo en cuanto a puestos de trabajo. “Hacen muchos contratos del 50% de horas o del 75%. Es difícil cuantificar los recortes”, explica. Loren señala que la situación es insostenible: “En Lleida tenemos una población muy envejecida con mucha enfermedad crónica. La primaria está ahogada y siempre acaban viniendo a urgencias. Estos cierres son perversos”.

Joan XIII y de la Cinta de Tortosa

El Hospital Joan XXIII de Tarragona tiene 102 millones de euros de presupuesto, casi seis menos que la liquidación final del ejercicio pasado, informan fuentes de Satse. Para este verano, seis quirófanos de ocho permanecerán cerrados. Los cierres de camas aún están por definir, aunque si se sigue la tónica del pasado ejercicio, estos superarán la sesentena. Además, se cerrará un edificio entero de consultas.

Por otro lado, los recortes de estío también afectarán de gravedad al Hospital de la Cinta de Tortosa. Fuentes de Metges de Catalunya informan que se cerrarán 60 camas de un total de 200 y la mitad de los cuatro quirófanos disponibles. “No se realizarán operaciones de traumatología en tres meses”, explican.

¿Cómo se aguanta esta situación? Las mismas fuentes lamentan la situación: “las protestas tienen fuerza en Barcelona. Por eso han empezado con el troceo del ICS en Lleida, Girona y Tarragona. Si lo hicieran en la capital, tendrían otra vez la sanidad pública paralizada”.

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