Las ‘fake news’ de Torra (y su entorno) para aprovechar la pandemia
Un nuevo informe sobre las 'fake news' del separatismo catalán desvela la "promoción de un discurso de odio" a España ante el avance del coronavirus
El separatismo catalán no ha encontrado mejor momento para esparcir y amplificar su discurso de odio a España que en plena pandemia, según un informe publicado este jueves por el Instituto de Seguridad y Cultura. No es que la emergencia sanitaria mundial del coronavirus haya dado a los líderes independentistas —y a sus redes de seguidores y, también, troles— todo lo que necesitaban para cargar contra el Estado español de forma apoteósica, matiza el documento, sino que la ha acomodado perfectamente a su ya establecida estructura hegemónica de desinformación y propaganda.
Lo explica así en un informe de 17 páginas el investigador Nicolás de Pedro, senior fellow del Institute for Statecraft de Londres. Advierte, también, de que la deriva desinformativa del nacionalismo catalán no debe, bajo ninguna circunstancia, «desligarse del contexto geopolítico europeo, caracterizado por las tensiones de la UE y la OTAN con Rusia a resultas de su intervención militar encubierta en Ucrania desde 2014″. Sería un error, insiste De Pedro, «abordar el asunto únicamente en clave local», ni ahora ni de cara al futuro, porque el reduccionismo de ese asunto «no permite comprenderlo».
La estrategia de desinformación del independentismo se ha visto reforzada por el coronavirus, pero tiene raíces mucho más profundas, como sospechará la mayoría de la ciudadanía que haya puesto un poco de atención a su modus operandi.
El investigador ofrece diez claves para entenderla, empezando por los 40 años de proceso de «construcción nacional» que han generado una conocida «hegemonía política y cultural a nivel institucional, mediático y educativo». Esto, entre otras cosas, permite al separatismo difundir ideas de forma muy articulada, con las aludidas redes de apoyo incuestionable como brazo inexorable.
La España «autoritaria» y «hostil»
Otras claves son el «silenciamiento de la fragmentación y de la división política en Cataluña», la «monopolización del espacio público» (ejemplo: los lazos amarillos), el «sistema clientelar de subvenciones a afines», el «papel central» de medios públicos como TV3, la «articulación de una omnipresente narrativa victimista», la caracterización de España como «autoritaria» y «hostil», la «deslegitimación de la democracia española» y la internacionalización del conflicto, y el «efecto acumulativo y erosionante de la desinformación y de la hegemonía discursiva nacionalista».
Por último, pero no por ello menos importante, la clave que nos ocupa ahora mismo es la «promoción de un discurso de odio con relación al coronavirus como pandemia que ‘viene y es culpa de Madrid’ dado que al Estado no le importa la ‘muerte de catalanes'», algo que tanto líderes políticos como entidades privadas y miembros de la sociedad civil han repetido incesantemente en las últimas semanas. La entrevista de Quim Torra el 19 de marzo en la BBC es «un buen ejemplo, pero solo uno más», apunta De Pedro, que entiende la misma como un «empeño de apelar a la intervención exterior».
«Se busca pasar así de un conflicto interno entre catalanes a una cuestión entre Cataluña y España concebidas como dos entidades ajenas y que precisan de mediación internacional por unos supuestos déficits democráticos del Estado español. Obviamente, en plena pandemia, el impacto práctico que cabe esperar de esta entrevista o de las cartas enviadas por Torra a los miembros del Consejo Europeo es, sencillamente, ninguno. […] Pero no debe de perderse de vista el efecto acumulativo de esta comunicación y se debe tratar de anticipar su impacto a varios años vista», apunta el investigador.
Si bien Torra y muchos otros líderes nacionalistas han atacado con más fuerza al Estado español durante la crisis sanitaria, este «no es un asunto coyuntural o algo que tenga que ver solo» con ellos, sino que es «una cuestión estructural y estratégica». Los políticos e influencers independentistas lanzarán sus mensajes, pero sin una red que los propague ni una estructura diseñada para que esta estrategia cale entre una parte del electorado catalán tendrían poco recorrido. No es «una burda imposición de directrices desde arriba, sino del resultado natural y normalizado de esa hegemonía discursiva».
Algunos ejemplos
La entrevista de Torra en la BBC demostró que «no es que no se conozca la realidad, es sencillamente que no importa», según el informe. Y es que el president pedía a través de la televisión británica el confinamiento en Cataluña, cuando la misma pantalla informaba de que toda España estaba confinada desde varios días antes. Torra estaba, en efecto, confinado, y lo que exigía era un sinsentido. Pero el mensaje caló en el extranjero y en Cataluña. No se puede «infravalorar el impacto» de esa entrevista y de las declaraciones de otros nacionalistas, según De Pedro.
«El envío de cartas por parte de una institución paraestatal como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) a los cónsules destinados en Barcelona culpando ‘a los madrileños de la propagación del coronavirus’ y acusando a la Guardia Civil de ‘retener y requisar’ material sanitario con destino a Igualada —uno de los principales focos de la pandemia en Cataluña— muestra cómo desde la Generalitat se está tratando de fijar en el imaginario nacionalista una narrativa insidiosa de tono conspirativo que puede envenenar la convivencia cívica, tratando, al mismo tiempo, de difundirla internacionalmente», reza el informe.
Ejemplos en las redes sociales sobran. Estos son algunos de los que recoge el investigador. En todos existe una interpretación antojadiza de unos lamentables hechos que afectan a toda la humanidad y, por tanto, a todos los españoles, incluidos los catalanes.
Són els del «virus para todos», la seva concepció del federalisme. «¡Antes infectada que rota!». El president @QuimTorraiPla i la presidenta Francina Armengol prioritzen la salut, i fan bé de ser exigents i de dir el que s’ha de fer. D’altres, no se sap… o sí. https://t.co/TzbBwCJMZp
— Carles Puigdemont (@KRLS) March 14, 2020
Posant de manera subliminal el virus de color *groc* i el missatge polític de la *unitat* com a resposta, queda ben clar q la premsa espanyola no parla del coronavirus sinó de Catalunya! pic.twitter.com/wUjQQNHWnf
— Carod-Rovira II*II (@CarodRoviraJLl) March 15, 2020
Me da igual la que me caiga.
Lo cierto es que si fuésemos ya República y pudiésemos cerrar Catalunya y gestionar nuestros recursos, morirían menos catalanes.— Cris 🎗 (@gallifantes) March 22, 2020
A infectar-ho tot. United in infection.#MarcaEspana pic.twitter.com/VKIFqL58ZF
— Michel Fanès (@fanes_michel) March 24, 2020
155
155 digital
155 coronavirus#MarcaEspaña#ThisIsTheRealSpain— Jordi Pu1gnerO (@jordiPuignero) March 14, 2020
