El Club de Tenis deja de buscar al socio que defecó en la taquilla de Camps
El gerente se va de vacaciones aunque el ex presidente valenciano reclama explicaciones
El Club de Tenis Valencia se tomará con calma la investigación sobre el incidente en los vestuarios en el que se vio involucrado el ex presidente valenciano, Francisco Camps, y un socio aún no identificado. Este viernes, el político encontró, delante de su taquilla, un excremento, recién defecado, encima de un taburete.
El gerente de la entidad elitista, Alberto Talavera, se ha ido de vacaciones, como el resto del equipo directivo, y ha paralizado hasta su vuelta la resolución del parte que el ex presidente del Consell abrió en el mismo momento de los hechos. En el club, ahora sólo trabajan el conserje y una secretaria.
El desagradable regalo que recibió Camps en el Club de Tenis Valencia se debería haber mantenido entre las cuatro paredes del recinto por expreso deseo del afectado y de la dirección, pero finalmente, salió a la luz debido al artículo del periodista de Economía Digital Antoni Rubio.
La discreción del asunto se ha roto y ha pillado al responsable del Club de Tenis de Valencia de vacaciones dejando la investigación a medias y ajeno al gran revuelo que se ha creado sobre el regalito con el que obsequiaron al ex jefe del Consell.
No saben, no contestan
En el Club de Tenis Valencia eluden responder por el momento sobre la evolución del caso. “No estamos autorizados a dar información al respecto. El gerente no volverá, seguramente, hasta la próxima semana”, explican.
De este modo, el trabajo para indentificar al dueño del excremento –Camps quiere saber quien es– se encuentra en stand by mientras el incidente está en boca de toda la jet set valenciana y se extiende por las redes sociales.
“Han llamado varias veces preguntando por lo que le ocurrió, pero no sabemos más al respecto”, explican en el club, escenario del escándalo escatológico relacionado con el ex presidente.
Vuelve a la palestra
En un momento en el que parecía que el anterior líder de la Comunitat estaba en segundo plano, el suceso le ha impulsado de lleno al centro del debate político. El hecho de que buena parte de los socios sean altos miembros del Partido Popular ha levantado suspicacias por la lectura política de los hechos.
Al club también son asiduos otros populares, como el ex conseller de Sanidad, Manuel Cervera, o la actual delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León. Varios socios de las instalaciones elitistas –acceder cuesta 24.000 euros al año– ya tienen claro su veredicto: Camps habría sido ridiculizado por el que, en principio, era uno de los suyos.