El PP pide al Congreso que tumbe la mesa de Sánchez y Torra

La Cámara votará este martes una moción del PP sobre el "fraude político" de las negociaciones del Gobierno con el independentismo

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La mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña será objeto de debate y votación en el Congreso de los Diputados. El pleno de este martes en la Cámara baja discutirá una moción del PP en la que se pide poner fin a las negocaciones con el independentismo, la cual es consecuencia de una interpelación de la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo a Carmen Calvo el pasado 26 de febrero, el mismo día en que Pedro Sánchez y Quim Torra presidieron la primera reunión en la Moncloa.

Primera y última reunión, hasta ahora, toda vez que la semana que se decretó el estado de alarma por el coronavirus, a mediados de marzo, los equipos de Moncloa y el Govern no habían puesto fecha al segundo encuentro mensual, que a la luz de la crisis sanitaria acabó siendo aplazado. Esa misma semana, concretamente el 9 de marzo, habría tenido lugar el debate y la votación de la moción del PP, pero el Congreso suspendió todas las actividades parlamentarias tras los primeros contagios de diputados.

Ahora, que Esquerra Republicana ha dado a Sánchez tiempo hasta el 15 de julio para acordar la fecha de la segunda reunión de la mesa de diálogo, el Congreso debatirá acerca del «impacto constitucional» que supone este espacio de negociación con el separatismo catalán. La mesa, que tiene como objetivo manifiesto resolver el llamado conflicto catalán, «no encuentra anclaje alguno en el modelo constitucional vigente», según el escrito de la moción presentada por el partido de Pablo Casado.

La mesa es, siempre según los populares, «un fraude político, un embuste legal y un desfalco de soberanía nacional que no se puede tolerar». Por ello, el PP defenderá romper las negociaciones en vez de retomarlas, como se ha comprometido Sánchez a hacer una vez que se dé por superada la emergencia sanitaria. El presidente del Gobierno trasladó hace dos semanas a ERC que no ve «ningún problema» con celebrar un encuentro en el mes de julio.

«Sabemos lo que exigen los separatistas»

Esta será la primera moción consecuencia de una interpelación urgente que se discute en el Congreso desde hace tres meses. En su cuestionamiento inicial a Calvo (que finalmente respondió la titular de Política Territorial, Carolina Darias), Álvarez de Toledo preguntó al Gobierno sobre «la posible repercusión» del contenido de la mesa de diálogo en «la agenda legislativa del Gobierno, y si el proceso de negociación con los independentistas le parece una solución segura en lo jurídico y legítima en lo político».

El PP cree que el Ejecutivo se ha «rendido» al aceptar la exigencia de ERC de activar una mesa de diálogo a cambio de facilitar la investidura de Sánchez, y afea que la primera reunión de este espacio de negociación se desarrollase como si se tratase de un «encuentro internacional» y ante unos «delincuentes convictos» que quieren «imponer» su criterio «excluyente» sin reparo por reincidir «en el delito cuando más les convenga». Y exige al Gobierno que declare su «compromiso inquebrantable» con la Constitución.

En resumen, «sabemos lo que exigen los separatistas, pero el Gobierno nos oculta a dónde quiere llegar». El Grupo Parlamentario Popular intentará que el Ejecutivo lo desvele este martes en el Congreso. Y aunque su meta sea acabar con la mesa, previsiblemente no contará con el apoyo del bloque de investidura, votando en contra como mínimo PSOE, Unidas Podemos y ERC, que suman 168 escaños a los que prácticamente se dan por añadidos de forma automática los votos de PNV (6) y EH Bildu (5).

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