Iglesias delega el boicot a Sánchez y sus Pactos de la Moncloa

Figuras del entorno de Iglesias como Juan Carlos Monedero, Xavier Domènech y Javier Pérez Royo están desacreditando la iniciativa del presidente socialista

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Pablo Iglesias ha defendido sin gran convicción la propuesta de Pedro Sánchez de acordar unos nuevos Pactos de la Moncloa para superar la crisis económica y social del coronavirus. En su papel de vicepresidente segundo del Gobierno, el líder de Unidas Podemos no puede permitirse repetir lo que decía hace no tanto tiempo sobre aquellos históricos acuerdos que enderazaron el rumbo de España en los primeros años de la democracia constitucional.

A la Constitución, precisamente, se ha remitido Iglesias para fijar su posición sobre la propuesta lanzada por el presidente del Gobierno el pasado fin de semana. El líder de Podemos, como ya hizo durante la última campaña electoral, ha encontrado en el texto constitucional una serie de artículos de contenido «social y democrático» para respaldar una reedición de los Pactos de Mancloa siempre que estos acuerdos se enmarquen en su particular lectura de los derechos constitucionales.

El también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 no puede, dada su posición en el Gobierno de coalición, cargar contra los Pactos de la Moncloa como hacía hace unos años. En su libro Disputar la democracia (2014), no exhibía flexibilidad alguna al respecto de esos acuerdos. De hecho, consideraba que los pactos de 1977 tenía el «objetivo prioritario» de la burguesía de «desactivar la protesta obrera», y reprochaba que dirigentes de IU y el PCE insistieran en reivindicar con orgullo aquella estrategia, lo que su juicio denotaba la carencia de autocrítica.

En aquel libro, Iglesias llegó incluso a afirmar que el surgimiento de Podemos solo podía entenderse en el contexto de que la población española estaba en 2014 en crisis por culpa del «régimen del 78, con su Rey, sus Pactos de la Moncloa, su bipartidismo, sus bases de la OTAN, su Constitución». La misma Constitución que hoy lleva bajo el brazo para defender —como hizo este domingo en una entrevista con eldiario.es— un sistema fiscal progresivo, el derecho a la vivienda y que el interés general tiene que estar por encima de cualquier interés económico.

«Pactos del miedo»

Como dirigente más destacado de Podemos y de su representación en el Gobierno, Iglesias no puede darse el lujo de atacar públicamente la iniciativa de Sánchez de reeditar unos Pactos de la Moncloa ajustados a estos tiempos convulsos. Sin embargo, una parte significativa de la maquinaria ideológica de su partido ya ha empezado a trabajar en aquello que el líder no puede acometer. La formación se juega mucho estos días, y entiende que si la oposición tiende la mano al presidente socialista lo primero que pedirá a cambio es la caducidad inmediata de la coalición que hace tan solo tres meses se impuso en la investidura.

Uno de los ejemplos más recientes de ello lo ha puesto sobre la mesa, precisamente, la mano derecha de Iglesias. Pese a no tener ya cargo en Podemos, Juan Carlos Monedero es una figura influyente en la formación morada. Además, su salida de la primera línea de la política no le ha impedido, por ejemplo, celebrar con el vicepresidente segundo su llegada a Moncloa, el pasado mes de enero. La falta de responsabilidad directa en el partido también permite a Monedero evitar ir por la tangente y no alterar su discurso respecto de los Pactos de la Moncloa, similar al de Iglesias en 2014.

En un artículo publicado este lunes en Público, el exsecretario de proceso constituyente y programa de Podemos les llama «pactos del miedo», no de la Moncloa. «Se trataba de recortar los salarios de los trabajadores. De poner en marcha el desmantelamiento industrial. De empezar la desregulación laboral. A cambio, se entregaban compromisos lógicos de democratización», escribe Monedero. «Los Pactos de la Moncloa fueron un espejo de la correlación de fuerzas. Como ocurrirá ahora en cualquier pacto que alcancemos», añade.

En su texto, el líder espiritual de Podemos pone de manifiesto la posición del partido ante unos nuevos pactos. «Si en 1977 aquél acuerdo sirvió para que nuestro capitalismo fuera menos social que el de nuestro entorno —ha señalado—, los acuerdos para después de esta guerra contra el Covid-19 deberán expresar el consenso que está naciendo en España por un contrato social que no deje a nadie atrás». Una mezcla del lenguaje de Sánchez e Iglesias combinado con los reproches que el vicepresidente segundo no puede, por ahora, espetar.

El silencio de los ministros de Podemos

Iglesias se ha referido a la propuesta de unos nuevos Pactos de la Moncloa solo cuando se le ha consultado al respecto en una entrevista. Pero los demás ministros de Unidas Podemos han tirado de silencio sepulcral.

Cuando se han referido a las últimas declaraciones de Sánchez ha sido para celebrar medidas en las que su partido ha influido y para hacerse eco de sus demandas de una mayor solidaridad europea. Ni Irene Montero, ni Yolanda Díaz, ni Alberto Garzón ni Manuel Castells han espetado palabra alguna sobre la oferta lanzada a todos los partidos para facturar un nuevo consenso ante la crisis.

Pero en los andamios de la formación a lo largo de España se entrevé lo que realmente piensa Podemos sobre esta posibilidad. El exsecretario general del partido en Cataluña y también coordinador general de los comunes, Xavier Domènech, también próximo a Iglesias, decía el pasado domingo que este no es el momento de unos Pactos de la Moncloa, sino de un New Deal, que «nos habla de una transformación a la corta y a la larga del modelo económico y social», mientras que los acuerdos de 1977 hablan de «contención (que de eso ya sabemos)».

Un artículo que muchos dirigentes y afiliados de Podemos han compartido en los últimos días se titula ‘¿Pactos de la Moncloa o torpedo contra el Gobierno de coalición?‘, autoría de Javier Pérez Royo, que hace cinco años apareció en una lista electoral de la formación. En este texto, el catedrático de Derecho Constitucional advierte de que estos «no son pactos proyectados para garantizar la gobernabilidad, sino para todo lo contrario: para hacer fracasar la primera experiencia de Gobierno de coalición», añadiendo que esta es una operación orquesta por Cs de la que se beneficiarán principalmente Vox y PP.

También se ha manifestado el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, totalmente en contra de unos nuevos pactos transversales. «Hay que llegar en España a un pacto, pero no sobre las bases económicas actuales. Sería un tremendo error. Ya no podemos volver a lo de antes del coronavirus, esa visión de la economía ha hecho aguas», ha afirmado en una entrevista con Cuarto Poder, en la que también ha mostrado sus sospechas de que la oposición lo que pretende es «quitar la alianza con Unidas Podemos».

La desconfianza del PP

El PP rechazó este lunes unos Pactos de la Moncloa como los que ha ofrecido Sánchez a todas las formaciones al entender que pueden dar paso a «un cambio de régimen encubierto», dejando claro que no pondrá ninguna firma a un acuerdo en el que medien los cargos de Podemos. Pero la oferta del presidente del Gobierno ya está en el aire, y desde la oposición toma fuerza la teoría de que el líder socialista está dispuesto a sacrificar a su socio de coalición con tal de desprenderse de una parte de la culpa por los errores de la gestión de la pandemia.

El entorno de Iglesias, con su forma de reaccionar, sugiere que se entiende la oferta de Sánchez sobre los nuevos Pactos de la Moncloa como una señal de que la primera víctima política de la catástrofe será Podemos, toda vez que la única opción que tendrá el PSOE para contar con el beneplácito de la oposición será romper con la formación morada.

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