La Generalitat denuncia ante la Fiscalía a 258 clubes cannábicos en los últimos dos años

El Ministerio público recuerda que el código penal persigue el cultivo, la producción y el favorecimiento del consumo de drogas

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Desde que hace dos años, la Fiscalía General del Estado publicase la instrucción 2/2013 que regulaba la actuación represiva del Ministerio Público contra los clubes de consumo de cannabis, la Generalitat, a través de la Dirección General de Entidades Jurídicas, ha denunciado a 258 asociaciones ante la sospecha de que, al amparo de unos fines «filantrópicos de estudio de los efectos del cannabis», en realidad son organizaciones que pueden estar traficando a pequeña o media escala.

Delitos contra la salud pública y asociación ilícita

De estas denuncias, la Fiscalía Especial contra la Droga en Cataluña ha tramitado 40 denuncias penales por delitos contra la salud pública y, en algunos casos, por asociación ilícita.

Fuentes del Ministerio Público han señalado a Economía Digital que cuando reciben una denuncia, inmediatamente abren unas diligencias pre procesales de investigación para, a continuación, pedir a la División de Investigación Criminal de los Mossos (DIC), un informe sobre las actividades sospechosas de la entidad denunciada.

Dificultades para acreditar indicios de criminalidad 

Según estas fuentes, en la mayoría de los casos, cuando la policía se persona en los lugares donde la denuncia dice que se cultiva, distribuye o consume el cannabis, se encuentran con solares vacíos o inmuebles desocupados. Por lo tanto, la fiscalía, automáticamente tiene que archivar la causa. Es por este motivo que en sólo 40 de las 258 denuncias la policía y la fiscalía han podido acreditar indicios racionales de criminalidad como para componer y presentar una denuncia ante el juez.

Desde hace dos años, los fiscales españoles tiene una directriz clara con respecto a los clubes cannábicos que se puede resumir en la siguiente idea: el consumo a título particular en el ámbito estrictamente privado es legal. Todo lo que no sea eso, es ilegal y, además, punible. 

El registro no es sinónimo de legalidad 

Cunde la idea que el trasiego de cannabis que mueven los clubes legalmente inscritos, goza de la permisibilidad de la ley. Y, según fuentes de la fiscalía anti droga, eso no es así: «Tener el acta de inscripción de la asociación en el registro legalmente establecido, no bendice ni el propósito ni la actividad de esas asociaciones», según un portavoz autorizado de la Fiscalía Especial Antidroga.

«Cuando nos vemos abocados a archivar las denuncias, se hace constar a los denunciados que ello no obstante no compromete la actuación de la fiscalía en el futuro y se les recuerda que, a pesar de tener el registro de inscripción e el órgano público a tal efecto designado, el artículo 368 del código penal no autoriza y además persigue el cultivo, la producción y el favorecimiento de consumo de drogas.

Sentencias absolutorias

El vacío legal o procedimental que, por lo que respecta a la fiscalía, había hasta la instrucción 2/2013, hace que hasta el momento las escasas diligencias penales que han acabado en juicio, lo han hecho con sentencias absolutorias para los clubes que fueron investigados.

La fiscalía confía que las nuevas diligencias denunciadas, «concluyan con castigo contra los responsables de los clubes que están amparándose en una supuesta legalidad al estar inscritos en un registro, para trapichear con droga a pequeña o media escala. En los nuevos casos que se llevan al juzgado, la fiscalía intenta promover el delito de promoción de asociación ilícita con los promotores de los clubes.

En Cataluña y, en espacial, en Barcelona hay centenares de clubes llamados cannábicos inscritos en el registro de la Generalitat. Le sigue el País Vasco y Madrid.

Economía Digital

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