La ministra Delgado suma dos nuevos escándalos a su comparecencia

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, prepara su comparecencia del próximo miércoles en el Congreso de los Diputados, donde tendrá que dar explicaciones por dos nuevos asuntos que se han sumado a las conversaciones reveladas en las grabaciones de su comida con el comisario Villarejo.

La ministra de Justicia de Pedro Sánchez acaba de ser salpicada por un nuevo episodio en sus relaciones con el exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en un proceso en el que terminó favoreciendo a un lobista del comisario Villarejo, en prisión por los delitos de cohecho y revelación de secretos, entre otros.

El bloqueo de la extradición

La Audiencia Nacional investiga en una pieza secreta la actuación de la ministra Delgado y del exjuez Baltasar Garzón para bloquear la investigación en Guatemala contra el naviero español Ángel Pérez-Maura, acusado de pagar 30 millones de dólares en sobornos al expresidente guatemalteco Otto Pérez para la adjudicación de contratos a dedo, según publica El Confidencial.

La intervención de Dolores Delgado como fiscal evitó que el ex embajador de Guatemala en Estados Unidos, Julio Ligorría, lobista de Villarejo, fuese extraditado a Guatemala, donde se le requiere por delitos de financiación irregular de campañas electorales.

El exembajador de Guatemala en Estados Unidos, Julio Ligorría, se había reunido con Villarejo para tratar de obstaculizar la investigación al empresario español, una acción que apoyó la actual ministra desde su función en la fiscalía.

La entonces fiscal elaboró un informe para recomendar que no se extraditase al empresario español a Guatemala al asegurar que el gobierno de ese país no ha acreditado que Ligorría hubiese cometido los delitos de los que se le acusa.

La ministra Delgado prepara ahora las explicaciones en relación con sus comidas con el comisario Villarejo y el juez Baltasar Garzón. Ahora temabién tendrá que explicar sus actuaciones para evitar la extradición del lobista de Villarejo.

Para colmo de males de la ministra, los jueces del Tribunal Supremo que viajaron a Colombia avisan a la ministra que se querellarán si no se retracta de sus palabas en las que acusaba a un grupo de jueces de mantener relaciones con menores de edad en un viaje para realizar cursos en ese país.

En sus conversaciones grabadas, la ministra no aportó ningún nombre sobre los jueces que habían mantenido relaciones sexuales con menores de edad en aquel viaje.