[VÍDEO] Sánchez defendió en mayo que hubo delito de rebelión

La hemeroteca vuelve a poner contra las cuerdas al presidente del Gobierno, que mantenía otro discurso con el independentismo antes de llegar a la Moncloa

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La hemeroteca vuelve a mostrar cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cambiado su discurso con el independentismo tras su llegada a la Moncloa. En una entrevista en mayo, poco antes de la moción de censura a Mariano Rajoy, Sánchez aseguró en una entrevista en Espejo Público, de Antena 3, que para él el gobierno de la Generalitat comandado por Carles Puigdemont sí cometió un delito de rebelión.

«Si no hay altercados públicos no significa que no haya delito de rebelión, como sí se produjo», explicó Sánchez a Susana Griso durante su entrevista. «¿Lo que se produjo en el Parlament de Cataluña el 6 y 7 de noviembre se puede entender como un delito de rebelión?», se preguntaba abiertamente el presidente de manera retórica, para más luego apostillar: «Yo creo que lógicamente lo es».

Sus palabras distan mucho hoy de los gestos que Sánchez está haciendo al independentismo para rebajar las acusaciones a los independentistas presos y obtener el a los presupuestos de Pdecat y ERC. No hay más que fijarse en las declaraciones que hizo ayer, jueves, a pocos días de que el Tribunal Supremo dicte el auto de apertura de juicio oral por la causa del 1-O.

Ahora es un delito de «militares»

Pedro Sánchez, como muestra de buena voluntad a los políticos presos catalanes, que habían insistido en que el Ejecutivo tuviera algún gesto en el marco de la negociación de los presupuestos, subrayó que el delito de rebelión «se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares». Estas declaraciones se realizaron en el Congreso en respuesta al portavoz del PNVAitor Esteban, quien aseguró que «el procés fue pacífico». 

El nuevo rumbo del Gobierno no ha gustado nada en el seno del poder judicial, que además han visto cómo las palabras de Sánchez han sido secundadas por la portavoz del Gobierno, Carmen Calvo, quien afirmó que «lo que podemos llamar golpe de Estado requiere de unos instrumentos de fuerza que en cualquier legislación están conectados con las armas».

Al respecto, desde el Tribunal Supremo ven un «juicio paralelo» del Gobierno en sus declaraciones. Los magistrados del alto tribunal consideran que lo que antes eran «presiones implícitas» ahora se han convertido en «explícitas». 

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