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Máxima tensión en la conferencia de presidentes: del choque Ayuso – Mónica García al autobús de Hazte Oír
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defiende el uso de las lenguas cooficiales en el encuentro, tras la amenaza de la dirigente madrileña de abandonar la cita
Foto de familia de las autoridades asistentes a la XXVIII Conferencia de Presidentes, en Palau de Pedralbes de Barcelona. Foto: David Zorrakino / Europa Press.
La conferencia de presidentes arranca con la máxima tensión. El inicio de la cita ha estado marcado por el encontronazo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la ministra de Sanidad, Mónica García, que antes del saludo institucional se han enzarzado en un cruce de acusaciones. Además, por la Avenida Diagonal, situada enfrente del Palacio de Pedralbes, ubicación del encuentro, se ha podido ver circulando un autobús de la organización Hazte Oír con la lona «Sánchez corrupto».
Después de que García se haya dirigido hacia Ayuso para saludarla, la líder del Ejecutivo madrileño le ha apartado la cara y le ha recriminado que quisiera saludar a una «asesina», en alusión a las acusaciones de la ministra de Sanidad por las muertes en las residencias de mayores durante la crisis sanitaria originada por el Covid. El enfrentamiento entre ambas ha provocado que los miembros del equipo de protocolo presentes en la conferencia de presidentes hayan tenido que separarlas.
García ha defendido en una publicación en su cuenta en la red social X que ha saludado a Ayuso con la «educación institucional que corresponde» y ha lamentado que su reacción haya sido «desproporcionada y reveladora». «Jamás le he llamado asesina, solo demuestra estar nerviosa por las imputaciones y cada vez más cercada por la investigación de los 7.291 mayores abandonados en las residencias de Madrid».
Polémica por el uso del catalán y el euskera
A su llegada, Ayuso también ha saludado con tibieza al presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, que le ha recibido junto al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, si bien no ha estado presente el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, como estaba previsto.
No se debe perder de vista que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha amenazado con marcharse de la conferencia de presidentes si se habla en catalán o en euskera, después de dejar bien claro que no tiene ninguna intención de ponerse el pinganillo y considerar que todo lo que tengan que decir los líderes autonómicos se puede expresar en castellano.
Tanto Pradales como Illa harán oídos sordos de las amenazas de la dirigente madrileña. El líder del Ejecutivo catalán ha expresado su descontento porque a algunos de sus homólogos les moleste el uso de alguna de las cuatro lenguas oficiales en España. «Son una riqueza de todos», ha hecho hincapié antes de enfatizar que hablará en catalán «con toda la normalidad».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no solo ha defendido el uso de las lenguas cooficiales en la conferencia de presidentes, por primera vez en la historia, sino que también ha puesto de relieve la importancia de reconocer la diversidad del territorio. Asimismo, ha puesto en valor que la cita tenga como telón de fondo Cataluña y ha celebrado que la vivienda sea el «tema central» por parte del Ejecutivo para la reunión.
Una cita de alto voltaje
A pesar del choque entre García y Ayuso, la llegada de la mayor parte de los presidentes autonómicos ha estado marcada por la cordialidad, a pesar de la tensión reinante. Tanto el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, como el presidente canario, Fernando Clavijo, han manifestado su voluntad de acuerdo, pero también han trasladado su escepticismo por que se puedan alcanzar acuerdos y han reconocido que el contexto político «no es el mejor».
En uno de los corrillos que se han conformado durante la espera para tomar la tradicional foto oficial, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha intercambiado algunas palabras con su homóloga en la Comunidad de Madrid, quien ha tratado de mantenerse alejada del líder del Ejecutivo y ha conversado la mayor parte del tiempo con el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
Varias personas protestan contra Sánchez
Más allá de la crispación política, desde primeras horas de la mañana se han agolpado varias personas a la entrada del Palacio de Pedralbes, con carteles y banderas de España. «Sánchez traidor» o «Abajo el capo de la camorra de Moncloa», han sido algunos de los mensajes que se han podido leer bajo algún que otro grito de «Sánchez dimisión».
También se ha podido ver circulando por la Avenida Diagonal de la capital catalana un autobús con la lona «Sánchez corrupto». Se trata de una acción de la organización Hazte Oír, quien ya desplegó el mismo material frente al Congreso de los Diputados y recibió por ello una denuncia de los socialistas por un presunto delito de injurias y calumnias.