DGT: esta es la parte del coche que tienes que llevar impecable si no quieres una multa

No limpiar correctamente algunas partes del vehículo puede acarrear una sanción económica

Coches aparcados al aire libre. Pixabay.

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Si bien cuando pensamos en una multa de tráfico el primer motivo que viene a la mente suele ser el exceso de velocidad, existe un sinfín de razones por las que un conductor puede recibir una sanción de la Dirección General de Tráfico (DGT). Una de ellas es la limpieza del vehículo, una multa que puede dispararse hasta los 200 euros. A continuación, te desvelamos todas las claves.

Un ejemplo es no retirar el hielo y la nieve de los cristales del vehículo, puesto que conducir con mala visibilidad incrementa considerablemente el riesgo de accidente. Por ello, los conductores deben retirar la nieve del vehículo antes de arrancar el coche, si no quieren afrontar una sanción de entre 80 y 200 euros, en función de la gravedad.

También es motivo de multa circular con un parabrisas en mal estado. Pues, conducir con los cristales sucios o dañados está penado por la ley con una sanción de 80 euros. Incluso, el vehículo podría quedar inmovilizado, si el agente lo considera oportuno, tal y como advierte el portal España Diario.

Coche. Pixabay.
Coche. Pixabay.

Otra las partes del vehículo que conviene llevar impecable para evitar multas es la matrícula. Dado que a través de la misma se identifican los vehículos es fundamental que pueda leerse con facilidad. Los conductores que no la lleven limpia pueden enfrentarse a una sanción de 200 euros.

Rebaja del 50%

En cualquier caso, si se desembolsa rápidamente el importe especificado en la sanción, el conductor puede acogerse a una bonificación del 50% en la cuantía. Se trata de lo que se conoce como periodo voluntario, un plazo de 20 días naturales a contar desde que se recibe la notificación, durante el cual el infractor puede disfrutar del descuento si abona la multa.

No obstante, conviene tener en cuenta que el pago no se puede aplazar ni fraccionar, pero sobre todo, tras formalizarlo el infractor renuncia al derecho a recurrir la multa.

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