El Gobierno se libra del control parlamentario por Navidad pese a la crisis

Pedro Sánchez ya no volverá a rendir cuentas hasta dentro de dos meses.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa. Foto: EFE

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El Gobierno de coalición tiene motivos para sonreir gracias a los últimos movimientos orquestados gracias a sus socios de ERC y PNV. El pacto alcanzado por estas dos formaciones logrará la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) una semana antes de lo previsto, el 22 de diciembre.

El pleno extraordinario previsto para el próximo 29 de diciembre ya no sería necesario, según avanzan fuentes de Moncloa, y el Gobierno activará el ‘modo vacaciones’ sin que nadie pueda controlarlo. 

El Congreso cierra por vacaciones y, si todo sale según lo esperado, no volverá a abrir sus puertas hasta la tercera semana de febrero, tras la celebración de las elecciones en Cataluña (14 de febrero).

Con las comunidades anunciando nuevas restricciones por el repentino aumento de contagios y el país sumido en estado de alarma hasta el próximo 9 de mayo, la oposición no podrá ejercer el rutinario control parlamentario al Ejecutivo. 

Sánchez no rendirá cuentas en dos meses 

Pedro Sánchez ya no volverá a rendir cuentas hasta dentro de dos meses, con el consiguiente respiro que ello le da tras las numerosas confrontaciones en el seno del Gobierno, que le sitúan en una posición difícil y de cierto desgaste de cara a la opinión pública. 

La Mesa de la Cámara Baja todavía no ha aprobado el calendario del nuevo periodo de sesiones, pero enero es un mes inhábil, la primera semana de cada mes no hay actividad plenaria, ni tampoco en la semana previa a unas elecciones. En principio, tampoco habrá comisiones, salvo petición expresa para que se habilite la reunión de alguna.

La agenda oficial de los políticos se quedará prácticamente desierta y si acaso los parlamentarios trabajan en sus despachos, alejados de los focos.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se despidió este jueves el que previsiblemente será el último pleno del año deseando a sus señorías una feliz Navidad, donde la necesidad de reducir el riesgo ante la pandemia “no impida que hagamos aún más grandes los afectos”.

Siguientes retos: la reforma de la Justicia o la Memoria Democrática 

El Gobierno vende las normas aprobadas, como la ley de la eutanasia en este último pleno, como un triunfo frente a la «inacción» de la oposición, según indican. 

El «rodillo parlamentario», como le llama la oposición, a PSOE, Podemos y sus socios impide que el registro de cualquier propuesta solicitando enero como mes hábil habría decaído, según aseguran diputados de Vox a ED. 

Pensando ya en la vuelta de las vacaciones, el Gobierno se guarda varios ases en la manga con proposiciones que ya tiene avanzadas para dejar K.O. al principal partido de la oposición. La estrategia del Ejecutivo, según fuentes socialistas, pasa por juntar distintas leyes ideológicas que escenificarían la vuelta al tándem PP-Vox, que tanto critica Sánchez. 

Estas normas son la ley de Memoria Democrática, la ley de Libertades Sexuales o la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Además, también se encuentran en la fila de espera la reforma del Código Penal, con la posible modificación de los delitos de sedición y rebelión; la ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia y el proyecto de ley de cambio climático y transición energética que ultima la ministra Teresa Ribera

País Vasco no cierra su Parlamento

Si todo sale bien el próximo 22 de diciembre, el Gobierno central habrá conseguido aprobar los Presupuestos y ya se puede ir de vacaciones, pese a la gravedad de la pandemia. No es el caso en País Vasco. Con las cuentas públicas recién registradas, a Podemos y a Bildu les han entrado las prisas por aprobarlas y han solicitado habilitar el mes de enero para sacarlas adelante.

Los partidos que conforman el gobierno, PNV y PSE, han aceptado que la Cámara siga abierta, aunque no a pleno rendimiento porque «los fuegos de artificio pueden esperar a febrero», señalan. 

Los socialistas y nacionalistas se frotan las manos con sus socios de Gobierno. Así, mientras Sánchez será criticado por la oposición y permanecerá dos meses sin dar explicaciones en el Congreso; PNV y PSE ponen dos condiciones para la apertura de la Cámara vasca: la primera se centra en la tramitación de las cuentas.

El proyecto llegó el jueves al Legislativo y a lo largo de enero irán corriendo los plazos para registrar enmiendas, hasta el día 18, y para el debate de aquellas que sean a la totalidad, el día 29. La aprobación final del dictamen se producirá el 11 de febrero. 

La segunda condición del ejecutivo vasco se centra en que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, continúe acudiendo de forma semanal a la comisión del ramo para informar sobre la evolución de la pandemia. El ejecutivo vasco pretende sumar puntos hasta en Navidad, a diferencia del Gobierno central y pese al aumento de contagios. 

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