El top manta reprocha a Ada Colau su «cambio radical»

La cooperativa del top manta lamenta que el discurso del entorno de Ada Colau "no es el que tenían antes de las elecciones"

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Cuatro meses y medio han pasado desde que Ada Colau se proponía dar papeles a todos los manteros de Barcelona. Ahora, con las competencias de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona en manos del PSC, un centenar de policías desalojan al top manta de los principales puntos de la capital catalana un día sí y otro también, lo que ha provocado varias manifestaciones y sendos reproches a la alcaldesa y en general a los Comuns.

Después de que Colau desoyera a la Guardia Urbana (que se había quejado de la situación de los manteros, entre varios otros asuntos) y accediera a reunirse con los vendedores ambulantes, y de que este colectivo exigiera al Ayuntamiento activar un horario en el que se les permitiera trabajar, el top manta ha decidido atacar a la regidora y su grupo político a la luz del «cambio radical» que han mostrado durante las últimas semanas.

Colau –acusada hace un año por la Guardia Urbana de avisar a los manteros antes de las redadas policiales– habla ahora de «presión, persecución e inseguridad» como recetas contra el top manta, algo que no es compatible con «ser de izquierdas», lamentó Lamine Sarr, miembro y portavoz del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, que legalmente es una cooperativa y no un sindicato, y que vende prendas alusivas al colectivo.

«El discurso que tienen ahora no es el que tenían antes de las elecciones», criticó el líder de los manteros, que añadió que «no hay diferencia en los partidos entre la derecha y la izquierda» cuando de propuestas para solucionar el conflicto de la venta ambulante no autorizada se trata. A su juicio, todo se resume a una muestra de «racismo» y a una persecución al «pobre», como valora que demuestra el dispositivo policial de estas semanas.

Sarr afirmó que «el problema no es el espacio público, es quién lo ocupa». «Hay muchísimas personas» que ocupan el espacio público, pero «el pobre no puede ocuparlo», dijo. Criticando el operativo destinado a «erradicar» la venta ambulante –en palabras del teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle–, el representante del top manta sentenció: «Los políticos no quieren atacar directamente la Ley de Extranjería, que es la causa de todo esto».

El top manta divide a Colau y el PSC

La lucha contra el top manta emprendida desde el entorno socialista del nuevo gobierno municipal, formado por los Comuns y el PSC, ha desatado una serie de tensiones entre ambos partidos. El jueves anterior, la segunda teniente de alcalde, Janet Sanz (de BComú), lamentó la «forma en la que se expresa» Batlle y advirtió de que «si alguien piensa que con políticas de seguridad resolveremos el problema del top manta, se equivoca de lleno».

El sábado de este fin de semana, por su parte, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni (del PSC), negó que el Ayuntamiento esté ejerciendo «mano dura» contra los manteros y aseguró que el gobierno municipal «debe hacer cumplir» las normas para mantener la convivencia dentro del espacio público. «No se está haciendo nada que no se haya hecho hace unos meses o hace unos años», añadió el socialista catalán en una entrevista.

Y aunque ni el entorno de Colau ni los manteros niegan que antes hubiera también operativos de este tipo, el colectivo del top manta señala que ha habido una transformación en el abordaje de la situación por parte del Ayuntamiento. «Ningún problema puede solucionarse con la policía», concluyó Sarr en una entrevista de Efe, y reclamó «proyectos sociales para ayudar a esta gente a salir de la pobreza y tener dignidad y derechos».

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