La inacción del Govern ante la rave ilegal de Llinars enciende al ocio nocturno

Más de 40 horas han permanecido 300 personas procedentes de diferentes países de Europa en una fiesta ilegal organizada en una nave abandonada del municipio barcelonés de Llinars del Vallès. La rave comenzó en Nochevieja, pero hasta este sábado la policía no ha podido proceder al desalojo por los choques entre ERC y Junts per Catalunya, lo que ha provocado el enfado del sector del ocio nocturno, el más golpeado por la pandemia de coronavirus.

Los enfrentamientos se han producido entre el departamento de Interior, con Miquel Sàmper (JxCat) al frente, que le pidió al de Salud, liderado por Alba Vergés (ERC), un protocolo de actuación para cuando los asistentes salieran. Pero esta solicitud nunca se había producido antes para el desalojo de fiestas que no cumplían que la normativa covid, según ha informado Efe.

Y mientras tanto, la rave continuaba e incrementaba así el sentimiento de discriminación de los empresarios de bares y discotecas. “A una fiesta ilegal, sin ningún tipo de medida de seguridad, se le está permitiendo continuar alegando el principio de proporcionalidad», ha criticado este sábado la patronal del ocio nocturno catalana Fecasarm a través de un comunicado.

“A una fiesta ilegal, sin ningún tipo de medida de seguridad, se le está permitiendo continuar alegando el principio de proporcionalidad»

patronal del ocio nocturno catalana Fecasarm

«Mientras a las discotecas legales y con medidas sanitarias y de seguridad no se les permite funcionar, una actividad del todo ilegal y sin ninguna medida sigue funcionando sin que nadie le ponga fin”, ha lamentado la patronal, horas antes de que los Mossos iniciaran el desalojo.

Y lo peor para este organismo es que la mayor parte de las fiestas ilegales se han celebrado sin ser detectadas. El secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, ha asegurado que derivaron a Interior, Salud y Protección Civil la información que disponían de «múltiples fiestas de fin de año». «No nos constan que fueran perseguidas ni intervenidas», lamenta en el comunicado.

Los locales de ocio nocturno critican la “pasividad” del Govern

La Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) también ha mostrado su indignación por la “la pasividad» de las administraciones, tanto la Generalitat como la municipal. Y ya no solo por la lentitud del desalojo de la fiesta, sino también por cómo es posible que 300 personas de todas las nacionalidades se hubieras desplazado “con todas las restricciones que hay de movilidad”.

El secretario general de este organismo, Fernando Martínez, ha manifestado en una rueda de prensa cubierta por Efe que no entiende cómo los locales del ocio nocturno siguen cerrados, «con una gran esfuerzo empresarial y personal», mientras que se permite que una rave ilegal se prolongue durante tres días.

«No se han limitado ni los equipos de música, que era lo primero que podría haber hecho la policía», ha agregado. «Creemos que esto es lo que pasa por no tener abierto el ocio regulado, reglado e inspeccionado en contra de un ocio ilegal, que es lo que se está dando», ha concluido.

Bares y discotecas piden reabrir para evitar las fiestas ilegales

La solución a este tipo de eventos ilegales es clara para ambas entidades: abrir la apertura del sector del ocio nocturno. Fecasarm ha alertado que la de Llinars es «sólo una pequeña muestra de lo que será el futuro del ocio nocturno si desaparecen los locales legales y seguros, debido a las restricciones y a la falta de ayudas».

«Si la administración no mueve ficha urgentemente y no hace lo posible para salvar el sector legal (…), la oferta ilegal acabará imponiéndose, se consolidará y ya será imposible de controlar», ha advertido el presidente de Fecasarm, David López.

Y es que para esta organización el cierre de bares y discotecas ha propiciado la proliferación de este tipo de eventos . “Esta realidad se convertirá en un problema cada vez más grande e irreversible a menos que se actúe rápido”, ha señalado en el comunicado.

la organización ha instado nuevamente a la Generalitat a aprobar un plan sectorial que permita abrir el sector con garantías. Como ejemplo han puesto la reciente prueba que se realizó en la Sala Apolo de Barcelona sobre asistencia a espectáculos

«Permitió acreditar que una actividad de ocio nocturno, con condiciones de seguridad, no es un foco de riesgo de contagio», ha defendido Fecasarm. Y es que de no ser así, el sector está abocado al mismo fracaso con el que se cerró 2020: con unas pérdidas de 3.300 millones.