Pequeñas funerarias denuncian practicas anticompetitivas de Mémora

El gigante español del sector funerario, Mémora, acumula sanciones por vulneraciones a la competencia instadas por pequeñas funerarias

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El primer grupo funerario español, Mémora, está teniendo más problemas con las pequeñas funerarias locales que con sus inmediatos competidores. Y estos problemas tienen que ver con la ley de defensa de la competencia. Acumula sanciones por abuso de posición de dominio en ciudades como Madrid, Zaragoza, León y Artés (Barcelona).

Mémora es el líder del mercado funerario español mientras no se produzca la fusión entre Funespaña (Mapfre) y Albia (Santalucía), pendiente aún de autorización por parte la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

A diferencia de las otras grandes funerarias españolas, Mémora no está controlada por ninguna aseguradora de decesos. Su accionista de referencia es Ontario Teacher’s Pension Plan, un fondo de pensiones de los profesores de la provincia canadiense de Ontario. Sin embargo, parece que mantiene más conflictos con los pequeños funerarios que con los gigantes del sector.

Aurelio Sánchez, presidente de la asociación de pequeñas funerarias Esfune, presentó en 2017 una instancia ante el Ayuntamiento de Barcelona que contenía una relación de 301 geriátricos y hospitales de esta ciudad que supuestamente mantenían relaciones de “exclusividad” o “preferencia” con Mémora para la retirada de cadáveres.

Más denuncias

Esta relación llegó de manera indirecta ante la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO). Ante este organismo, Aurelio Sánchez también denunció supuestas relaciones preferenciales que hospitales como el Josep Trueta, de Girona, o el maternoinfantil Sant Joan de Déu, de Esplugues de Llobregat, mantendrían con Mémora. Insiste en que estas prácticas perjudican a funerarias de la competencia.

Sobre la instancia que presentó el año pasado sobre Sant Joan de Déu, un portavoz de este hospital asegura que no tienen ningún acuerdo de exclusividad con Mémora ni con ninguna otra funeraria. Señala que, cuando una familia pide el trámite por una defunción, no le ponen “ningún impedimento”. Si no muestra preferencia, se lleva el cuerpo al tanatorio de Esplugues de Llobregat, que es el único que existe en el municipio. Este tanatorio lo gestiona Mémora.

Fernando Sánchez, director de comunicación y relaciones institucionales de Mémora, afirma que Esfune es una “presunta asociación” y que Aurelio Sánchez “solo se representa a si mismo” y a “los intereses que tiene detrás”. Considera que emprendió una persecución contra Mémora “enrabietado” porque no ha conseguido tirar adelante un proyecto de tanatorio en Sant Fruitós de Bages (Barcelona).

Este directivo indica que no hace valoraciones de las instancias de Esfune ante la administración porque, “si estás convencido y sabes que tienes razón, vas al juzgado, que para eso están”. Añade que el Ayuntamiento de Barcelona nunca les hizo ningún requerimiento sobre estas instancias pese a que tiene un representante -el concejal Eloi Badia– en el consejo de administración de Serveis Funeraris de Barcelona, la principal funeraria de la Ciudad Condal, controlada por Mémora. Indica que los servicios jurídicos estudian emprender acciones legales contra Aurelio Sánchez y Esfune por sus ataques.

Aurelio Sánchez también anuncia que presentará nuevas denuncias ante los organismos de competencia. Insiste en que es la instancia correspondiente por tratarse de supuestas situaciones de abuso de dominio. No es el único funerario que se ha enfrentado a Mémora. Pequeñas empresas de diversas provincias españolas han plantado cara al gigante funerario español ante la administración y los juzgados.

Falta de regulación

El abogado tinerfeño Alván Gómez, especialista en derecho funerario, señala que la falta de regulación de este mercado facilita las prácticas “abusivas”. Recuerda que Mémora acumula sanciones por este motivo. Como muestra, cita algunos conflictos que ha tenido en diversos puntos de España.

León / El Tribunal para la Defensa de la Competencia de Castilla y León multó con 60.107 euros en 2017 a la funeraria Serfunle, una empresa mixta participada por el Ayuntamiento de León, otros dos municipios de su entorno y Mémora, que controla el 49% de esta empresa como socio operador.

Según consta en la resolución, Serfunle aplicó “precios discriminatorios” que colocaron a sus competidores en situación desventajosa. Concretamente, ofrecía importantes rebajas a las aseguradoras de decesos. La funeraria leonesa Los Jardines denunció esta situación. Serfunle se ha visto envuelta en una elevada conflictividad por motivos de competencia desde hace más de una década. Gestiona un tanatorio, un crematorio y el cementerio municipal de León.

A finales del año pasado, Serfunle acabó con los descuentos a las compañías de seguros, según informó Diario de León.

Madrid / La Comisión Nacional de la Competencia impuso en 2013 una multa de 141.884 euros a Funermadrid, del grupo Mémora, por negarse a alquilar los velatorios del tanatorio de Coslada a otras funerarias. La denuncia la interpuso la funeraria local Parques de la Paz (Parcesa) ante el Servicio de Defensa de la Competencia de la Comunidad de Madrid.

Zaragoza / El Tribunal de Defensa de la Competencia de Aragón impuso en 2016 una sanción de 250.336 euros al Ayuntamiento de Zaragoza y a Servicios Funerarios de Torreo (Serfutosa), participada en un 76% por Mémora, por obstaculizar que otras funerarias accedieran al tanatorio de Torrero. El Tribunal Supremo ratificó la sanción a finales del año pasado. La denuncia partió de Servicios Funerarios La Hispanidad y de la Asociación Funerarias de España (Afues). 

Barcelona / El Tribunal Supremo confirmó el 10 de diciembre del año pasado una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), recurrida por Mémora, por la que se condenó a este grupo funerario a una multa de 50.000 euros por abuso de posición de dominio en el tanatorio de Artés (Barcelona).

Mémora impidió a Funeraria del Bages (en la actualidad forma parte del grupo Interfunerarias) utilizar el tanatorio que tiene en Artés, el único existente en esta localidad.

En 2015, la ACCO dictaminó que Mémora abusó de su posición de dominio al negar el acceso a otros competidores. Además, consideró que concurría el agravante de reiteración de conducta infractora, por lo que le impuso una sanción de 100.000 euros.

Pese a que el TSJC condenó a Mémora, le rebajó la multa a la mitad por entender que no cabía el agravante de reiteración.

Ourense / También se dan situaciones al revés. Mémora acudió a los órganos de competencia de Galicia para poder alquilar salas de velatorio de un tanatorio de otra empresa en Ourense.

El Consello Galego da Competencia (CGC) sancionó en 2014 el tanatorio orensano de As Burgas, a instancias de Mémora, por negarles el acceso a sus instalaciones. Le obligó a permitir el acceso a sus instalaciones.

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