Pujol renuncia a los privilegios que él mismo se asignó en 2003

La Generalitat anula todas las prebendas del ex presidente catalán, que incluyen una pensión vitalicia y oficina institucional; CDC hará efectiva la renuncia al cargo de presidente de honor

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Artur Mas y Jordi Pujol han pactado cómo contener la crisis política derivada de la confesión del viernes: el jefe del Ejecutivo catalán durante 23 años lo deja todo.

Además de dimitir de la presidencia de honor de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y de la federación Convergència i Unió (CiU), Pujol da un paso atrás en el ámbito institucional.

El actual presidente catalán ha anunciado, en rueda de prensa urgente, que su antecesor y mentor político renuncia a todas las prerrogativas que recibe, con carácter vitalicio, desde que abandonó la Generalitat en 2003.

Muro de contención

El gobierno autonómico espera con este paso atrás aislar a la Generalitat del cúmulo de ilegalidades que el ex presidente podría haber cometido, hecho que los estrategas de Mas consideran necesario antes de acudir a Moncloa mañana.

Los privilegios que disfrutaba Pujol incluyen una pensión de 86.418 euros al año, gracias a la ley que él mismo aprobó ocho meses antes de finalizar el mandato.

Pensión vitalicia

Según ésta, los ex presidentes catalanes tienen derecho a cobrar el 80% del salario durante un periodo equivalente a la mitad de su mandato total, con un mínimo de cuatro años.

A partir de los 65 años, perciben el 60% con carácter vitalicio. La cantidad es superior a los salarios de los ex presidentes del Gobierno (75.000 euros) y que los 78.000 euros que cobrará Mariano Rajoy este año.

Oficina del ex presidente

Pujol también se queda sin la oficina del ex presidente, que cuenta con una jefa de gabinete y dos secretarias, cuyos salarios ascienden a 114.000 euros.

El local donde se ubica está en plena milla de oro barcelonesa, en el passeig de Gràcia. El alquiler anual sube a 191.000 euros. El confeso defraudador también disponía de coche oficial con chófer.

Fuera de la vida institucional

La medida de prescindir de este paquete de prebendas afecta a Marta Ferrusola. La ley que aprobó su marido establece que en caso de fallecimiento, la matriarca del clan recibiría el 50% de la pensión.

Mas ha logrado apartar también a Pujol de la vida pública e institucional catalana. Mantendrá el trato de molt honorable, que recibía, pero dejará de asistir a actos oficiales.

El ayuntamiento de Barcelona ha pedido, por su cuenta, al ex presidente que devuelva la medalla de oro de la ciudad. El actual alcalde, Xavier Trias, fue consejero en los gobiernos Pujol.

Ismael García Villarejo

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