Un estudio revela que la inmunidad de la Covid-19 dura al menos ocho meses

Un grupo de investigadores australianos comprueba que las células B de memoria generan una respuesta inmune de larga duración contra la Covid-19

Una profesional del sistema sanitario practica una prueba PCR a un hombre para determinar si tiene Covid-19. EFE/Fabio Motta

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Un grupo de investigadores australianos ha arrojado algo de luz a una de las grandes incógnitas que ha rodeado a la pandemia de coronavirus. Los científicos han demostrado que la inmunidad contra la enfermedad puede prolongarse al menos durante ocho meses, lo que explica por qué hasta la fecha se han notificado tan pocos casos de reinfección de Covid-19.

La investigación se ha publicado en la prestigiosa revista Science Innmunology y permite hablar ya abiertamente de largos periodos de inmunidad contra el coronavirus para los pacientes que se contagiaron durante los primeros compases de expansión del virus en los meses de la primavera.

Los expertos han determinado que las células B de memoria son capaces de recordar la infección de la Covid-19. Un fenómeno que facilita el desarrollo de una respuesta inmune protectora del organismo cuando vuelve a quedar expuesto ante un contagio de la enfermedad, según ha publicado Europa Press.

La teoría que han comprobado los investigadores australianos permite ahondar en las dudas científicas que entrañaba la inmunidad. Hasta ahora, muchos estudios habían demostrado que la primera ola de anticuerpos comenzaba a desaparecer a los pocos meses de haber superado la Covid-19. Sin embargo, las células de memoria retienen esta información durante mucho más tiempo.

Los analistas han analizado muestras de sangre durante meses

Para alcanzar sus conclusiones, los analistas han analizado las muestras de sangre de 25 pacientes de coronavirus que habían superado con éxito la enfermedad. Tomaron inyecciones desde el cuarto día después su infección hasta el número 242.

Los analistas determinaron que los anticuerpos contra el coronavirus comenzaron a disminuir a partir del día 20. Sin embargo, las células B de memoria permanecieron presentes de manera estables hasta ocho meses después de haber contraído la Covid-19.

Estas células logran reconocer uno de los dos componentes del coronavirus, formado por las proteínas de la nucleocápside y la espiga. De esa forma, son capaces de impedir que la enfermedad se propague por el organismo, cortando la amenaza desde la raíz.

La investigación da esperanzas a una vacuna más duradera

Los resultados de los investigadores australianos han abierto la puerta a que las vacunas que actualmente se están inoculando en la población para contener la pandemia de coronavirus puedan resultar efectivas durante períodos largos de tiempo.

«Los resultados dan esperanzas sobre la eficacia de cualquier vacuna contra el virus”, han reconocido los autores de la investigación.

Precisamente, el tiempo de duración de la vacuna es una de las grandes dudas que manejan tanto los desarrolladores de las farmacéuticas que han ideado los diseños del antígeno, como los grandes gobiernos nacionales, que están comenzando con las campañas de vacunación.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha deslizado este miércoles la posibilidad de que sea necesario recibir una inyección extra del antígeno transcurrido un año. Una hipótesis que tal vez no llegue a cumplirse si se prolonga el tiempo de la inmunidad.

“Es posible que haya que vacunarse una tercera dosis en 2022, y luego hay que ver. Lo que me trasladan los expertos es que cuando generan inmunidad lo hacen en periodo largo de tiempo, pero no podemos saberlo todavía”, ha explicado en una entrevista a Radiocable. 

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