El robot autónomo de Volkswagen que recarga coches eléctricos

El fabricante alemán anticipa un robot que se mueve de forma autónoma para recargar automáticamente las baterías de coches eléctricos estacionados

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Los robots de carga móviles como los que desarrolla Volkswagen (entre otros) se basan en la premisa de simplificar —y hasta invisivilizar— la recarga de las baterías de los coches eléctricos mientras están aparcados en parkings de oficinas o centros comerciales, por ejemplo.

Se trata de robots autónomos de tamaño parecido al de una aspira industrial que se desplazan por aparcamientos subterráneos comunicándose con los vehículos estaciones, una aplicación de la tecnología del vehículo conectadoque permite la comunicación tanto entre vehículos (V2V) como entre vehículos y objetos inteligentes (V2X), caso de estos robots.

Para cumplir su cometido los robots trasladan una batería «externa» de alta capacidad hasta el vehículo. Para moverse de forma autónoma el robot dispone de un sistema de navegación que utiliza láseres y sensores de ultrasonido, tecnologías parecidas a las que emplean los robots aspirador, por ejemplo.

«La infraestructura de carga va al coche, y no al revés»

De este modo los robots de carga móviles pueden desplazarse por el garaje sorteando obstáculos —fijos o móviles, caso de peatones o vehículos en movimiento— accediendo a la toma de corriente del vehículo mediante un brazo articulado y conectando las baterías externas a los vehículos.

En el caso del prototipo anunciado por Volkswagen los robots autónomos se utilizan para mover baterías de 50 kW hasta los vehículos, lo que permite carga parcialmente la batería de uno o de varios vehículos dependiendo de la capacidad de la batería y de la necesidad de carga de cada vehículo.

Según Mark Möller, jefe de desarrollo en Volkswagen, el robot de carga móvil es una propuesta «revolucionaria» para facilitar la carga de coches eléctricos en plazas de aparcamiento publicas o privadas y subterráneos porque «es la infraestructura de carga la que va al coche, y no al revés.»

El mismo robot que reparte las baterías externas entre los vehículos eléctricos que necesitan recargar las recoge siguiendo el procedimiento inverso y las devuelve a su base de carga; una vez cargadas de nuevo los robot utilizarán esas mismas baterías para cargar otros coches eléctricos estacionados en las proximidades.

Una propuesta parecida: el robot Evar de Samsung

Una propuesta simular es el robot autónomo Evar de Samsung que la coreana anticipó el año pasado; en este caso el robot es el que dispone de una batería interna para suministrar electricidad a los coches eléctricos.

Aunque este planeamiento simplifica la instalación de infraestructuras de recarga en plazas de garaje ya existentes, su utilidad es limitada debido a los diferentes diseños de los vehículos —tanto por el tipo de enchufe como su mecanismo y ubicación en el vehículo— y al espacio limitado que queda libre entre las plazas de aparcamiento. También hay quien sugiere que es mucho más práctico colocar simplemente un enchufe en cada plaza de aparcamiento.

Sin embargo la propuesta permite simplificar el proceso de carga en sí, que se vuelve invisible para los conductores; además aprovecha baterías que ya no son aptas para su uso en coches eléctricos: cuando se degradan las baterías tanto la autonomía como las prestaciones del vehículo se ven perjudicadas. Sin embargo esas batería siguen siendo útiles para almacenar y transportar electricidad, como en este caso.

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