La adicción a los videojuegos ya es oficialmente una enfermedad

La OMS incluye la adicción a los videojuegos en su lista de enfermedades relacionadas con trastornos y desórdenes de conducta (y por qué es positivo)

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Hace ahora un año la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó la adicción a los videojuegos en su lista de trastornos potencialmente dañinos para la salud, a la par con el uso de internet o de los móviles.

Ahora la organización va un paso más allá, al incluir la adicción a los videojuegos en la lista de enfermedades relacionadas con trastornos de conducta. De este modo la OMS formaliza, y oficializa, que la adicción a los videojuegos es una enfermedad asociada a trastornos adictivos.

La OMS describe la adicción a los videojuegos como «un trastorno que se caracteriza por un cuadro de uso de videojuegos o juegos digitales de forma persistente o recurrente, tanto online (a través de Internet) como offline».

Pérdida de control y deterioro social

El cuadro se manifiesta por una pérdida del control sobre el uso del videojuego, como cuándo y cuánto se juega, la hora de inicio y fin, la frecuencia, la intensidad o el contexto.

También, explica la OMS, por otorgar prioridad al uso de videojuegos respecto a otros intereses y actividades cotidianas incluso a pesar las consecuencias negativas y hasta que al final el comportamiento contribuye «de forma severa» a «un deterioro significativo del desarrollo y las relaciones en los ámbitos personales, familiares, sociales, educativos y profesionales, u otras áreas importantes.»

Como ejemplo, en el Reino Unido, a finales del año pasado el popular videojuego Fortnite aparecía citado como motivo en más de dos centenares de demandas de divorcio.

Según la OMS para establecer el diagnóstico este comportamiento debe prolongarse durante al menos 12 meses tanto si se produce de forma ocasiones como recurrente.

Sin embargo el diagnóstico se podrá establecer en un plazo inferior a esos 12 meses en aquellos casos en los que «se den simultáneamente todos los requisitos para el diagnóstico, y si los síntomas son severos.»

La importancia de contar con un diagnóstico «oficial»

En este punto es importante no interpretar la inclusión de la adicción a los videojuegos en la lista formal de enfermedades de la OMS como un ataque hacia la industria de los videojuegos, o hacia los ‘gamers’ y jugadores.

Como explican en Mashable, «la importancia de establecer que la adicción a los videojuegos es un problema identificable y diagnosticable tiene que ver con el tratamiento: si hay personas que se ajustan a estas descripciones será mucho más fácil para ellos acceder a terapias que pueden ser de gran ayuda para quienes luchan con esta adicción.»

De otro modo, explica el doctor John Jiao en Twitter, «las personas que tienen una adicción real y legítima a los videojuegos a menudo tienen problemas para acceder a terapia o con su seguro médico porque no encajan en ningún otro diagnóstico» que les de acceso a ayuda médica o profesional.

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