Las camareras de piso ponen al Majestic como ejemplo a seguir
El alojamiento de la familia Soldevila-Casals es señalado como punta sobresaliente en una selva en la que Hotusa y Catalonia son los peor parados. Las externalizaciones de las camareras de piso, el principal problema que afecta a los trabajadores de los establecimientos.

El movimiento de Las Kellys ha llegado para quedarse. Las camareras de piso malviven en una profesión en la que se considera normal cobrar 700 euros y en la que cada vez menos personal debe limpiar más habitaciones. Comisiones Obreras denuncia que la miseria se escampa de hotel en hotel en un sector «que ha crecido muy rápido, sin tiempo para organizarse». Sin embargo, dentro del «infierno laboral» sobresale un hotel: El Majestic, con unas condiciones «bastante por encima del convenio».
«Cuando un alojamiento hace las cosas bien es justo reconocerlo», explica Paco Galván, de CCOO y trabajador de la firma catalana. «En materia de conciliación y de permisos, el acuerdo de empresa es mucho mejor que la media del sector», compara. Los salarios también son superiores.
El pasado 22 de abril, el sindicato organizó una jornada para presentar Las que limpian los hoteles, un libro de Ernest Cañada que recoge testimonio de los abusos sufridas por camareras de piso de toda España. La sesión se realizó en la sede de la asociación, aunque no fuera el lugar previsto de inicio.
«El acto debÃa celebrarse en el Majestic», señala otra fuente de la organización. «Lo habÃamos acordado con la dirección, pero en el último momento nos dijeron que no podÃa ser, que debÃamos ir a otro sitio», lamenta. El gremio presionó a la cúpula del alojamiento para evitar un acto que reflejaba una realidad «sesgada», según él.
Catalonia y Hotusa, la cruz
Si el lujoso hotel deberÃa ser considerado «como punta de lanza» de los derechos laborales en el sector, la cruz la ponen otras dos cadenas nacionales. Hotusa y Catalonia son las peor valoradas por el sindicato. Los trabajadores no olvidan que Amancio López reclamara 12.000 euros a un empleado despedido por, presuntamente, haberlo insultado. Sin razón, pues el juzgado de lo penal número 20 de Barcelona desestimó la querella.
En otras cadenas, y aquà sà evitan dar nombres, «han llegado a echar a personas que intentaban convertirse en delegados sindicales». Cumplir el convenio colectivo se ha convertido en algo excepcional, lamentan.
En la cola del establecimiento
Como explicó 02B en octubre, las camareras de piso viven soterradas en la precariedad. «La remuneración puede rondar los 0,90 euros por habitación, 1 euro por una doble y 1,25 por suite», denunciaban. En la mayorÃa de establecimientos, además, el servicio se encuentra externalizado a empresas como ISS o Clece pese a utilizar el material de la hotelera.Â
El caso se agrava debido a la inestabilidad de las jornadas laborales. Los contratos a tiempo completo son historia. «Ahora todo es a tiempo parcial y los completan con horas extra que te colocan como quiere la dirección», se apenan.