Cómo serían los estudios y bibliotecas de cinco grandes directores
Desde el clasicismo de Sofía Coppola a la estética ciberpunk de las hermanas Wachowski, reconstruimos cinco estudios y bibliotecas con el sello visual de cada director

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En ocasiones basta ver un fotograma para deducir qué director está detrás de esa escena.
El estilo visual de algunos directores es tan característico que puede salir del ámbito de las películas y traducirse en la estética de la decoración y el interiorismo.
Este es el ejercicio que propone Budget Direct, a través de las reconstrucciones de estudios y bibliotecas bajo el sello artístico de cinco grandes directores de cine.
Sofía Coppola
Esta directora podría haber optado por el oscuro modernismo de Lost in Translation, el rococó de María Antonieta o el vintage de Las vírgenes suicidas.
Pero Sofía Coppola ha preferido un estilo más elegante, de colores pastel y un toque de barroquismo, con una marcada tendencia a los colores celestes y dorados.
Así lo ha revelado en alguna entrevista, en que reveló que su apartamento era “tranquilo y sobrio”, con una inclinación por los fondos blancos con “montones de flores rosas”.
Wes Anderson
Wes Anderson es uno de los directores más fáciles de reconocer en cuanto a su estilo: simetría, planos perpendiculares, colores pastel y espacios minimalistas, todo un arquitecto de la imagen.
Es fácil identificar el estilo de Wes Anderson: simetría, planos perpendiculares, colores pastel y espacios minimalistas
Concebido bajo la estética de Los Tenenbaums: Una familia de genios, su espacio de trabajo combina colores orgánicos con una organización apenas descuidada.
A un golpe de vista, se puede sentir el lema ‘Aquí es donde he estado’ de la pared, con su colección de máscaras africanas y la cabeza de un jabalí; los libros y discos ofrecen el ‘Esto es lo que soy’ y el escritorio, que enfrenta a los visitantes, anuncia ‘Estoy aquí para quedarme’.
Las hermanas Wachowski
Cuando Lana y Lilly Wachowski eran Laurence y Andrew realizaron una de las películas que cambiaron la historia de la ciencia ficción: Matrix.
Su estética ciberpunk, con un predominio del verde en una variedad de tonos como única luz entre la oscuridad, era una declaración de principios visuales.
Este espacio de trabajo se inspira en la estética de la saga de Keanu Reeves, con accesorios postindustriales, muebles de oficina abandonada más propia de los años ’80, y un cartel en luces de neón que recuerda ‘Sigue al conejo blanco’. Neo lo hizo y descubrió el universo paralelo de Matrix.
David Lynch
Las primeras películas de este director fueron en blanco y negro, y Duna, aunque fue filmada en color, también tenía un protagonismo de los colores oscuros, incluso en los paisajes desérticos.
Ya en Terciopelo Azul logró que los colores primarios básicos puedan tener una inquietante combinación entre ser elegantes y espeluznantes.
David Lynch logró que los colores primarios tengan una lectura entre elegante y espeluznante
Si hay que elegir un salón con biblioteca de su filmografía, que sea con la habitación roja de Twin Peaks, donde se puede jugar con el estilo americano de los años ’50 y un rojo intenso en las cortinas.
Pedro Almodóvar
De acuerdo, ya sabemos que las oficinas de su productora El Deseo no son así. Pero este interiorismo es un homenaje estético a la extensa filmografía de Pedro Almodóvar, sobre todo a los de los años que transcurrieron entre los años de la movida madrileña y el éxito mundial de Mujeres al borde de un ataque de nervios.
De aquella película de 1988 Almodóvar había dicho que buscaba “un decorado tipo pop-art, con colores pastel. Si hubiera tenido el dinero y los contactos, le habría pedido a David Hockney que lo diseñara”, bromeaba.
El arte pop, con algunas licencias, fue constante en sus películas, donde en muchas ocasiones jugó con la exageración y la saturación de colores.