Delibes: la exposición más deseada se convierte en una experiencia virtual

En formato de visita virtual 360 grados gigapixel, la exposición del centenario de Delibes salta a la nube y añade nuevas experiencias sobre su vida y su obra

El 17 de octubre de 2020, Miguel Delibes hubiera cumplido 100 años. Como tantas cosas, el coronavirus deslució la conmemoración de una cita que tenía entre sus protagonistas una gran exposición organizada por Acción Cultural Española (AC/E) y la Biblioteca Nacional de España (BNE) sobre el escritor.

A pocos días de su inauguración, una semana antes de la declaración del estado de alarma, la muestra se cancelaba. Se pudo ver meses después, del 18 de septiembre al 15 de noviembre de 2020 en la Biblioteca Nacional. Después viajó a Valladolid donde también sufrió restricciones como consecuencia de la pandemia.

Calificada por su comisario, el periodista Jesús Marchamalo, como ‘la deseada’ por todos estos vaivenes, podrá verse hasta el 4 de mayo en la Sala Municipal de Exposiciones de La Pasión. Con muchas ciudades y barrios confinados y los viajes limitados a la mínima expresión, ahora una visita virtual nos permite disfrutarla desde cualquier lugar y para siempre.

La visita se ha digitalizado con una calidad gigapixel.

Delibes para siempre

“El año 2020 fue el gran año Delibes, pero Delibes es una figura literaria tan incuestionable que debía ser más que todo lo que se ha hecho, es una figura que debe seguir visibilizándose y siendo accesible”, explicaba este jueves la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, María José Gálvez, durante la presentación de esta muestra virtual.

Con formato de visita virtual 360 grados gigapixel, la digitalización de la experiencia permite que se pueda recorrer la exposición de una manera casi presencial.

“Las efemérides no se pueden quedar en un año, deben ir más allá. Es necesaria por la accesibilidad a toda la ciudadanía y por su permanencia en el tiempo”, añadía.

Miguel Delibes en su despacho. Foto: Fundación Miguel Delibes.

La exposición (y sus extras)

Con alrededor de 200 piezas entre fotografías, pinturas, documentos y objetos, la muestra digital se ofrece con formato de visita virtual 360 grados gigapixel, lo que hace que se pueda recorrer de una manera casi presencial. La resolución y el detalle casi milimétrico permiten, por ejemplo, que puedan leerse sin dificultad todos los documentos y textos que acompañan a las piezas.

En concreto, el formato gigapixel proporciona imágenes de más de 1000 megapixeles (o lo que es lo mismo, imágenes cuyo tamaño es más de 100 veces el de las fotografías capturadas por un teléfono móvil).

El formato permite disfrutar de extras respecto a la versión presencial, un contenido multimedia en el que se incluyen vídeos integrados en diferentes partes del recorrido, reproducción de la sala de manuscritos y documentos sonoros con pasajes leídos por el actor José Sacristán. Algo así como un plus sobre la visita presencial, que se desarrolla en torno a 24 vitrinas alojadas en diferentes salas.

José Sacristán grabó desinteresadamente los audiso que se reproducen en la muestra. Foto: BNE.

Además, y según el director cultural de la BNE, Ángel Martínez, cumple otro objetivo también importante para la institución, que es “sacar proyectos perdurables que se queden en la nube, para que sea reutilizado”.

Algo así como “huir del efímero”, en palabras del director de la Fundación Delibes de Valladolid, Fernando Zamacola.

Delibes paso a paso (o pixel a pixel)

La muestra, que se explora por libre, a través de los comandos en el ordenador o el teléfono móvil, cuenta sin embargo con un tour guiado introductorio, del que se encarga el mismo comisario que en la versión presencial.

Una gran fotografía de Delibes nos da la bienvenida. No hay título. Y aquí una de las claves de la muestra: Como explica Marchamalo, autor del reciente Libro de Miguel Delibes: vida y obra de un escritor, “Es un personaje tan conocido, tan admirado y tan querido que no hacía falta un título que condicionase la visita”.

Y hay más: la foto nos muestra un Delibes perfectamente reconocible “pero que no pertenece a esa iconografía que todos tenemos en la cabeza de él”, apunta el comisario. Y la exposición, en realidad, “va un poco de eso”, añade.

Foto: BNE.

Por eso encontraremos al Delibes que todos conocemos: al Delibes escritor, al Delibes hombre de campo, al Delibes periodista. Pero también descubriremos facetas de su vida más desconocidas para el gran público, “que nos van a sorprender” y que hacen, precisamente, que la muestra “va a enriquecer mucho la idea que tenemos del escritor”.

Documentos inéditos

Ángeles de Castro, esposa de Delibes, preside la primera sala de la exposición a través del retrato que le hiciera Eduardo García Benito. Con vestido rojo, como en la novela Señora de rojo sobre fondo gris de 1991. Muy cerca, la máquina de escribir Hermes Baby que ella le regaló cuando se casaron y él aún no era escritor. De allí saldrían sus primeros artículos y manuscritos. Fotos y documentos antiguos permiten construir la biografía de Delibes, como sus imágenes en el colegio o en la playa con sus hermanos.

Más adelante, el Delibre profesor, con el programa de sus clases, o el Delibes periodista, al frente de El Norte de Castilla. Por supuesto, el Delibes más de campo, con sus pasiones por la caza y la pesca y su profundo amor por la tierra y los cielos castellanos.

Gracias a la digitalización podemos acercarnos aún más a los objetos que en la muestra presencial.

Entre los documentos figura también su discurso de ingreso en la RAE junto a las felicitaciones manuscritas enviadas por Cela, Carmen Martín Gaite, Gabriel Celaya, Ana María Matute o Francisco Ayala.

Su escritorio, los manuscritos de sus novelas más conocidas (y los audios con lecturas de José Sacristán de varios de ellos), reseñas y artículos sobre sus libros, cartas que se cruzaba con otros escritores, como Umbral, Cela o Torrente Ballester, las adaptaciones al teatro y al cine de sus obras, sus números premios (del Nadal al Cervantes pasando por el Príncipe de Asturias) o su faceta más viajera ocupan otras secciones de la exposición que ahora podemos saborear si ninguna prisa a golpe de clic.

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