Dos increíbles rascacielos de Frank Gehry revolucionan el skyline de Toronto
Más esculturas que rascacielos, las dos torres del complejo King Street West recuerdan a bloques apilados en aparente desorden con un delicado y brillante equilibrio

En proyecto desde 2012, con varios cambios de diseño y hasta de propiedad, la gran obra de Frank Gehry en Toronto parece haber alcanzado su forma definitiva. Ubicado en King Street West, uno de los barrios artísticos y culturales más destacados de Canadá, el complejo incluirá dos estilizadas torres, una de ella, que roza los 300 metros, e convertirá en la más alta de la carrera de arquitecto.
Será también el segundo proyecto de Gehry, afincado en Los Ángeles (EEUU), en su ciudad natal, donde tan solo ha firmado una ampliación de la Galería de Arte de Ontario.
Torres que dialogan
Concebidas para convertirse en un hito de la ciudad, como ya sucedió con el Guggenheim de Bilbao o el Walt Disney Concert Hall en su ciudad adoptiva, inicialmente se proyectaron 3 escultóricas torres de más de 300 metros de altura con impactantes revestimientos de titanio.
El proyecto fue impulsado inicialmente en 2012 por el coleccionista de arte canadiense David Mirvish aunque en 2017 pasó a manos del desarrollador Great Gulf.
Nueve años después, se construirán finalmente dos torres, con diseños algo más simplificados, y alturas de 262 y 298 metros, esta última la más alta del premio Pritzker en el mundo.
De uso mixto, albergarán viviendas, oficinas, locales comerciales, un hotel y un nuevo espacio para la universidad Ontario College of Art & Design University (OCAD).
“Los detalles del exterior están destinados a dar a los edificios una escala humana y, con suerte, reflejar la luz y el color de la ciudad y el cielo que la rodea»
Frank Gehry
A punto de cumplir 92 años, Gehry explicó que, con este proyecto “quería crear un conjunto de edificios que fueran respetuosos con la ciudad, con referencias al Toronto que una vez conocí”. Y añade “quería que las dos torres tuvieran cada una su propia personalidad, pero también que dialogaran entre sí, creando una adición dinámica y cambiante al horizonte según el lugar de la ciudad desde donde las vieras”.
Escala humana
Ubicados en la intersección de King Street West y Ed Mirvish Way, el exterior de ambos edificios, que se elevan en segmentos verticales como bloques apilados con secciones que sobresalen en varios ángulos, están revestidas con una fachada de metal y vidrio texturizadas.
“Los detalles del exterior están destinados a dar a los edificios una escala humana y, con suerte, reflejar la luz y el color de la ciudad y el cielo que la rodea. Al final, este debería ser un edificio de Toronto que espero que enorgullezca a la ciudad”, concluye el arquitecto.
Para crear esas sorprendentes texturas en las fachadas -marca de la casa de Gehry- los edificios estarán revestidos con materiales energéticamente eficientes, explicaron los desarrolladores del proyecto, las compañías Great Gulf, Westdale Properties y Dream Unlimited.
Hito instantáneo
Según un comunicado conjunto tras presentar las últimas modificaciones, señalaron que el diseño mantiene la altura ya aprobada en una ley de zonificación de 2017 y ajustan su ubicación exacta y las plantas bajas, para incorporar la fachada del edificio Anderson, de 1915, y mejorar las vistas, especialmente del teatro Royal Alexandra y el teatro Princess of Wales entre los que se insertan.
Según el director de operaciones de Westdale Properties, Mitchel Cohen, “este será el desarrollo de uso mixto más comentado en la historia de Toronto”, un proyecto arquitectónico “sin precedentes” que, además, representa el regreso a casa de Frank Gehry. “Él es el corazón y el alma del proyecto”. Con todo, vaticina, cuando se complete “será uno de sus hitos arquitectónicos más importantes”.
Para la presidenta y vicerrectora de la OCAD, Ana Serrano, “La universidad está entusiasmada con el proyecto diseñado por Gehry, que ofrecerá a nuestros estudiantes y profesores espacios mejorados de aprendizaje e investigación, al tiempo que brinda oportunidades para colaborar con la comunidad”.
Próximo al Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) y dentro del distrito de arte y ocio más dinámico, el proyecto de Gehry está listo, sin duda, para convertirse en un centro cultural de referencia en la ciudad.